El candidato Presidencial del Polo Soberano y la Fuerza Nacional Progresista, Pelegrín Castillo, expresó que el Presidente Danilo Medina debe admitir abiertamente el supuesto fracaso de su política de seguridad ciudadana, antes de anunciar un nuevo plan para “el próximo período”

Pelegrin Castillo advirtió que un gobierno que no ha sido capaz de tomar la medida elemental de bloquear las llamadas de celulares desde las cárceles para que estos dejen de ser Call Center del crimen, carece de credibilidad para formular esa oferta

“El candidato Danilo Medina prometió que le arrancaría el corazón y las entrañas al crimen, y en su gobierno ha resultado lo contrario: es el crimen el que le está arrancando el corazón y las entrañas al pueblo, que sufre una situación de grave inseguridad y violencia, mientras el gobierno se limita a manejar el discurso de las percepciones”, enfatizó Castillo.

El ex legislador y ex ministro explicó que el Estado está sumido en una grave crisis y sus instituciones acusan serías debilidades, y eso se ha agravado desde la reforma constitucional continuista, por lo que constituye un gobierno que gasta más en publicidad que en seguridad de sus ciudadanos.

“El crimen organizado, que es un crimen de poder, sigue penetrando en todos los ámbitos de la vida nacional, y no solo corrompe las instituciones públicas y privadas, sino que se encadena y amplifica las acciones de la delincuencia común, y genera un ambiente de gran impunidad “, enfatizó Castillo

Pelegrin Castillo atribuyó la situación de inseguridad a la inoperancia y fallas de la seguridad nacional y la seguridad pública, que, según él, se han venido acumulando a lo largo de los años, y que han avanzado bajo los estímulos de la impunidad, así como por el predominio de unos modelos y parámetros de éxitos sociales y económicos que potencian la criminalidad, como expresión de una honda crisis de valores.

Finalmente, Castillo advirtió que sin una política de seguridad integral no habrá desarrollo nacional, y muchas de las conquistas de los dominicanos están en peligro: desde el turismo y el clima de inversiones hasta la convivencia ciudadana y la paz pública.