El ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, dijo ayer que “si no bajan habrá que resolver ese subsidio”, en respuesta a la negativa de los choferes del transporte urbano que se resisten a bajar los precios de los pasajes, pese a la sustancial baja de los combustibles.

Al participar como invitado en el almuerzo semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, el ministro Peralta fue más lejos y dijo que “si hay que quitárselo a todo el mundo, se le quitará”. Sin embargo, luego explicó que hay sectores, como turismo y zonas francas, que han respondido de manera positiva al estímulo que le da el Gobierno con esa compensación.

Sobre esos sectores, aseguró que crecen de manera sostenida y eso se refleja en los ingresos por entrada de turistas, que se sitúan en 11.5% a septiembre, 14% en octubre y 12% en noviembre. Pero al referirse a los choferes del transporte urbano, Peralta recordó que se les puso el subsidio en 2011 para que no subieran el pasaje y ya los precios de los combustibles han bajado muchísimas veces.

Tema eléctrico no es fácil. En otro orden, el funcionario se refirió al tema eléctrico y admitió que la solución no se logrará en los dos años que le quedan al Gobierno y resaltó los intereses que inciden en que la situación sea en esa forma.

“Yo le pregunto a cualquiera, si yo estoy ganando con este sistema, porque quiero hacer transformaciones para ganar lo mismo o menos teniendo que invertir. Romper eso no es fácil”, expresó. Dijo que el Gobierno hubiera querido resolver la situación, pero entiende que el 2017 sería la fecha para comenzar ese cambio.

Observó que el tema eléctrico tiene tres problemas que son: generación, pérdida y cobro, y que la generación está basada en una matriz muy costosa que en un 30-40% es muy eficiente y el 60% que es sumamente ineficiente. Entiende que la clave está en lograr una generación suficiente a bajo costo y por eso están afianzados en las plantas de carbón, que esperan tener listas para el 2017 y para las que, aseguró, ya tienen el financiamiento, aunque no dio detalles.

“Estamos en un sistema en que en ocasiones te sacan una planta por problemas técnicos reales y a veces no reales; uno no sabe”, dijo tras recordar que se pagan US$100 millones en un subsidio que, al final, la misma población pagará en impuestos.

Fondo de contingencia. Sobre la quiebra del Banco Peravia, el funcionario garantizó que el Estado defenderá los fondos de los ahorrantes. Dijo que hay un fondo de contingencia al cual se recurrirá, luego los activos, que son de 1,800 millones, y por último los accionistas que deberán responder por el faltante.