La situación del ejercicio periodístico en la República Dominicana no es nada halagüeña a juicio de los veteranos periodistas Juan Bolívar Díaz y Margarita Cordero, ya que desde sus puntos de vistas se falta a los principios éticos, a la independencia y a la veracidad y caen en la degradación de la profesión.
En sus conferencias, por separado, en el Aula Magna de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en el XII Congreso Hispanoamericano de la Prensa y Primer Congreso de Escuelas de Comunicación, exhortaron a los estudiantes de periodismo presentes contribuir para el rescate de la credibilidad de ese bonito oficio.
Díaz, productor del programa de televisión Uno+Uno y con una impronta de experiencia como periodista de 50 años, en su conferencia “Lecciones aprendidas del periodismo vertical”, dijo que la base fundamental para mantener la verticalidad en los principios éticos, es la misma en todas las profesiones: fajarse a estudiar, mantenerse actualizado, no dejarse carcomer por la rutina, esa terrible pátina del tiempo, según Benedetti. Mucho más en una profesión tan demandante y absorbente como el periodismo.
“Solo con eficiencia se puede mantener el compromiso, la hipoteca social del periodismo. Ni el sistema de comunicación, ni sus propietarios ni ejecutivos regalan nada. Pero aún los más autoritarios necesitan profesionales eficientes”, manifestó.
Aseguró que el periodismo ha entrado en una pendiente enjabonada, de la cual será difícil salir en corto plazo, detonada en parte por la crisis de los periódicos, que ha conllevado la desaparición de muchos.
Consideró que cada vez es más notorio que los medios dominicanos pierden independencia frente al gobierno, a cambio de negocios. “El gobierno ha aprovechado la degradación salarial en el sector privado para elevar los suyos a nivel de la tecnocracia, atrayéndose una proporción considerable de los comunicadores. Son miles los periodistas, fotorreporteros, camarógrafos, productores de radio y televisión que han sido incorporados a las nóminas públicas”.
Criticó que el Gobierno dominicano se ha convertido en el mayor anunciante del país, por encima de las grandes tiendas, de las empresas de telecomunicaciones, de alimentos y bebidas.
“El año pasado el Gobierno elevó el gasto publicitario en 37 por ciento, y en los primeros meses del año en curso registra un cien por ciento de incremento. La Presidencia de la República elevó su gasto publicitario en 300 por ciento en el primer bimestre, acaba de documentar Participación Ciudadana”.
Agregó que una proporción importante de esa publicidad sostiene una legión de comentaristas de radio y televisión y de columnistas y articulistas, que degradan el periodismo a una simple repetición de consignas. Y en mayor proporción alimentan las finanzas de las empresas de la comunicación.
Dijo que esa situación documenta dramáticamente la calidad de la democracia dominicana y la complicidad del sistema comunicativo en un embudo que alimenta el control de todos los poderes del Estado. El Estado sigue venciendo en los torneos electorales.
Consideró que la degradación del periodismo es una explicación a la impunidad que prevalece hoy en el país frente a los depredadores del patrimonio público.