Nacional. entrevistas a envejecientes internos en el asilo San Francisco de Asis, habla periodista Troy Orlando Espejo Hoy- Joselito Peña 01-1-19
Aunque en la República Dominicana ha aumentado la esperanza de vida, lo que representa un avance en términos socioeconómicos, la población envejeciente enfrenta una de las peores desigualdades: su exclusión del sistema de salud cuando más lo necesitan.
Esa advertencia esta contenida en el estudio “Misión República Dominicana Envejece” en el que se plantea que para el año 2040 la esperanza de vida de los hombres dominicanos subirá a 78 años y en las mujeres a 82.
Para el 2015 la población envejeciente, o sea personas mayores de 60 años, era del 6.7% mientras que en 1950 era de 2.7. “Esta tendencia al envejecimiento poblacional genera grandes retos en el estado de salud y en la calidad de vida de la población y por lo tanto en sistema de salud”, expresa la investigación realizada por investigadores de la Fundación NTD, el Instituto Internacional de Envejecimiento (INIA) de las Naciones Unidas y la Fundación Saldarriaga Concha.
Entre los retos para el sistema de salud, cita el aumento de la demanda por atención de personas con limitaciones físicas y enfermedades crónicas no transmisibles, cuya prevalencia aumenta con la edad.
De hecho, el 79.5% de las personas mayores de 60 años presenta una enfermedad crónica y/o una discapacidad, tasa que aumenta a 86.5 en el grupo de personas mayores de 80 años.
Asimismo que el 48% de los envejecientes sufre de hipertensión, un 15.6% de diabetes, 13.9% de artritis, 10.2% de enfermedad cardiovascular y 3.9% insuficiencia renal. A excepción de esta última, todos los porcentajes son mayores en las mujeres.
Cobertura y gasto en salud. Si bien es cierto, el estudio destaca que la cobertura en aseguramiento dentro del sistema de salud ha presentado un aumento importante en los últimos años al pasar de 28.1% en las personas mayores en 2007 al 87.1% en 2016, “unos de los aspectos que más llamó la atención es que las personas que pensionan son retiradas del sistema de salud”.
Por otra parte, las personas envejecientes también manifestaron falencias en la calidad del servicio. Mientras que uno de cuatro adultos con diagnóstico de alguna enfermedad, no se encontraba recibiendo tratamiento.
Por otro lado, para el 22.4% de las personas entrevistadas el 22.4% del gasto en salud por morbilidad sentida fue superior al 10% del ingreso total del hogar; para un 12.7% mayor al 20% y para un 8% más del 30%.
“Pertenecer a un nivel socioeconómico bajo se asoció con un mayor porcentaje de gasto en salud por morbilidad sentido cuando se comparó con los hogares de alto ingreso”, indica la investigación.