La pastoral de Ecología y Medio Ambiente (Pema) exhortó ayer al alcalde del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, que no coloque durante Semana Santa las famosas piscinas en el tramo de la avenida George Washington frente a la Plaza Güibia, porque con ellas desperdician casi 114 mil galones de agua, necesarios para otras actividades debido a las fuertes sequías que han afectado el país.
Roberto Belén, responsable arquidiocesano del Pema, observó que con los recursos que invierte el Ayuntamiento del Distrito Nacional en piscinas móviles, podría dejar la capital sin el cúmulo de basura, que afecta la salud de los ciudadanos.
“Muchos líderes comunitarios se me han acercado y me han dicho que para instalar esas piscinas móviles, mejor se hagan planes de los ayuntamientos para tener el país libre de basura para que haya menos moscas, mosquitos y ratones en las provincias y barrios”, sostuvo Belén durante una misa por la racionalización del agua potable en Semana Santa, realizada en la iglesia Cristo Salvador, del sector Honduras.
El Pema espera que Salcedo le pida a sus colaboradores que se den unas vueltas por el Distrito Nacional para que contacten el estado actual de la ciudad, que “es un gran vertedero”, y deje de estar pensando en crear una playa artificial, como si no hubiera lugares para recrearse.
Llamó a la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) a que, junto con el Ayuntamiento, evite que los ciudadanos malgasten el agua en piscinas dispersas en las calles de los barrios.
El sacerdote Domingo Legua, quien ofició la misa, también se unió al llamado. Indicó que en el país cobran el agua excesivamente cara y derrocharla en tiempos de sequía, es irracional.
Pidió a la ciudadanía que entienda que debe evitar, por su bien, la “botadera” de agua. Aclaró que no se opone a la sana diversión de las personas, pero manifestó que hay decenas de alternativas para compartir en familia durante la denominada Semana Mayor, que no sea el uso de piscinas.