Plantas a carbón

Plantas a carbón

ROBERTO CANAÁN
La central eléctrica de carbón proyectada en Manzanillo es sustancialmente más limpia que las dos plantas Itabo instaladas en Haina en la década de los 80, pues será construida con una tecnología más limpia. La historia de la contratación de las Itabo es digna de una novela, pues hubo una oposición del FMI a su construcción.

No obstante la oposición y por encima del FMI, dos de un total de cuatro plantas a carbón fueron contratadas y construidas con determinación y arrojo bajo la dirección de Cristóbal Román Sassone, ingeniero electromecánico graduado en el Tecnológico de Monterrey, México. Sin alardes ni exhibicionismos, el ingeniero Román es considerado por muchos como el padre de la energía a carbón en la República Dominicana. También participó en la contratación de la planta Mitsubishi de San Pedro de Macorís, la cual fue diseñada para quemar barbojo de caña.

Desgraciadamente en el 1986, el nuevo administrador de la CDE canceló el sistema de barbojo y prefirió fuel oil. Quizás se hubiera salvado la industria azucarera. Ahora, 20 años después, nuevamente el ingeniero Román, como miembro de la comisión de energía de la CDEEE, participó en la organización de una licitación internacional para la instalación de 1,200 MW a base de carbón en Azua y Manzanillo. El concurso fue adjudicado a dos empresas, Sichuan Machinery & Equipment y a la Seaboard.

 El plan de expansión de energía tiene como meta transformar el parque energético nacional de fuel oil a carbón. Cabe señalar que este plan no es nuevo. En el 2001, durante el gobierno anterior, fue presentado a las autoridades un proyecto de ley con el objetivo de acabar con la crisis y abaratar el costo de la energía y sobretodo reducir el efecto negativo en nuestra balanza de pagos, debido al uso de gasoil como base de la generación del sistema eléctrico. En esa ocasión se le explicó que la única solución era llamar a un concurso internacional para la instalación de seis centrales de carbón de 400 MW c/u a 4 centavos de dólar el Kwh., en los puertos de Azua y Manzanillo, para que estuvieran disponibles en el año 2003 y satisfacer una demanda de 17,000 millones de Kwh. para ese año. ¿Porque carbón? Porque la relación de precio de gasoil / carbón era entonces, de 6 a 1 y al ser más barato reduciría considerable nuestra balanza de pagos y bajaría el costo de energía de 18 centavos del dólar el Kwh. a la mitad, en beneficio del pueblo y de los sectores productivos de la nación. Desgraciadamente el gobierno de entonces se preparaba para los Juegos Panamericanos y el proyecto no prosperó. Los últimos gobiernos que hemos tenido no cambiaron en esencia los vicios del modelo energético heredado. Con la privatización, los españoles siguieron con las ineficientes plantas de fuel oil. En cambio, los americanos de la AES lo hicieron mejor, invirtiendo en GLP. Nosotros advertimos inútilmente en varias ocasiones que la ley actual de energía es una trampa, pues no permite el desarrollo del sistema eléctrico, al no garantizar al inversionista la compra de la energía producida y, por consiguiente, si no existe una intención de compra, los bancos y organismos financieros no otorgan préstamos en esas condiciones,  todas las plantas eléctricas del mundo, debido a su altos costos, se construyen con financiamiento.

El proyecto de ley contemplaba que a los generadores de energía existentes con contratos IPP se les ordenaría apagar sus plantas y para compensarlos se les pagaría el costo de capital (préstamos) más un beneficio (1%), aun permanecieran apagados. Solo entrarían al sistema en situaciones de emergencia (huracán). Con el ahorro de US$1,000 millones al año del carbón a US$0.04 Kwh., alcanzaba y sobraba. En el futuro, del 2010 al 2020, la demanda de energía en República Dominicana debería subir 50% (10% anual). Parte de esa generación puede ser hecha a base de carbón limpio, y a medida que las reservas de gas disminuyan y la comunidad preocupada por el medio ambiente proteste por la construcción de puertos de gas natural líquido en nuestras costas con vocación y potencial turístico. Los acuerdos con Venezuela (Petrocaribe) y Colombia nos pueden garantizar un suministro seguro de carbón a menos de la mitad de precio del fuel oil. En conclusión, si con las plantas a carbón nos convertimos en una potencia energética en el área del Caribe, podríamos exportar el sobrante de energía a US$0.08kwh, a Puerto Rico, Islas Vírgenes, Caicos, Grand Turk, Providenciales, vía un cable eléctrico submarino.

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