La calidad de las plantas y de las semillas es fundamental para una buena producción y productividad de cualquier cultivo que en el país que se siembre.
Es por eso que todos los agricultores (grandes, pequeños y medianos) están en la obligación de exigir a sus suplidores una buena calidad de los materiales de siembra.
Solo así podrán tener para pagar sus costos y que les quede algún beneficio para compensar su inversión y su esfuerzo. Aquí cabe el dicho de que “nadie trabaja para estar cansado” o lo que siempre dice el líder Osmar Benítez: que “el agricultor siempre debe ganar dinero” por su labor productiva.
En ese largo camino de la producción agrícola deben estar vigilantes las autoridades agropecuarias al más alto nivel para que la calidad de los materiales de siembra sea buena para garantizar productividad para que los agricultores disfruten de buenos beneficios.
A esa responsabilidad también deben contribuir las asociaciones, federaciones y cooperativas de productores agropecuarios, así como los clusters de viveristas, de mango, de pitajaya, de chinola y otros.

Frutales
En el caso específico de los frutales, la falta de calidad de las plantas es más notoria después de dos años en adelante, porque empiezan a echar las primeras frutas y se comienza a comprobar los errores de matas que se sembraron de mala calidad y que en el momento es tarde para cambiar debido a que ya se hizo una inversión y pasaron dos años o más, que sería pérdida de tiempo y dinero.
En los casos de mango y aguacate, cuando se eligen plantas de mala calidad, es lamentable, a lo mejor porque el productor no tuvo una buena orientación en la selección de las matas que sembró.
Puede ser también cacao, café, zapote, níspero y cualquier otro cultivo, sea perenne o temporero. En este último caso, como habichuela, batata, arroz, papa y otros, que se seleccionan buenos materiales de siembra los agricultores van a tener malas cosechas, que no es su propósito debido a que siempre esperan los mejores resultados para compensar sus inversiones y esfuerzos. Todos los que venden estos materiales de siembra no siempre tienen las buenas intenciones de venderle lo mejor a los productores, sino obtener los mejores beneficios.