Los productores de etanol de Brasil solían detestar los controles gubernamentales del precio de la gasolina que los obligaban a bajar el suyo para ser competitivos.
Ahora que los precios del petróleo han caído en todo el mundo a menos de la mitad, no pueden vivir sin ellos
La petrolera controlada por el Estado Petróleo Brasileiro SA dijo el martes que continuaría vendiendo gasolina a precios que son alrededor de un 60 por ciento más caros que los del extranjero. Eso es una buena noticia para la castigada industria del etanol de Brasil, el mayor productor de este biocombustible después de los Estados Unidos.
La baja de los precios de la gasolina habría “impactado de lleno en el etanol”, señaló Artur Losnak, analista de Banco Fator SA. “Los productores de etanol ahora están siendo protegidos por Petrobras”.
La mayoría de los autos de Brasil pueden funcionar con gasolina o etanol indistintamente, y los conductores suelen llenar el tanque con el combustible que ofrezca el mejor valor en el surtidor.
En 2011, eso se convirtió en una cuestión competitiva para los productores de etanol cuando el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff fijó topes de precio para la gasolina como parte de un esfuerzo para controlar la inflación. Desde entonces, 47 plantas de etanol se vieron obligadas a cerrar y otras setenta están bajo protección judicial para evitar la bancarrota, de acuerdo con un informe de diciembre de la agrupación de los productores de caña de azúcar Unica.
La nueva política podría darle un respiro a la industria para que se ponga al día, dijo Jacyr Costa, director de la división brasileña de Tereos Internacional SA, el tercer mayor productor de etanol del país. La gasolina debería mantenerse por arriba de los niveles mundiales “durante un tiempo” para compensar en parte las pérdidas pasadas, agregó.
Impuesto a los combustibles fósiles
El gobierno también dijo el lunes que volvería a poner en vigencia un antiguo impuesto a los combustibles fósiles que se eliminó en 2012. Como consecuencia de ello, los precios en el surtidor podrían trepar de los 3,03 reales actuales a 3,16 reales (US$1,20) el litro, según la firma de investigación RC Consultores. Los productores de etanol, que no se ven afectados por el impuesto, pueden aplicar el mismo aumento e incrementar sus ganancias con la diferencia. El precio del etanol podría aumentar de 2,05 reales el litro a 2,14 reales, añadió la firma.
“La medida trae alivio a la industria del azúcar y el etanol”, dijo Plinio Nastari, responsable de la consultora de la industria Datagro.
Sólo el 36 por ciento de los autos brasileños de combustible flexible cargaron etanol el año pasado, por debajo del 82 por ciento de 2009, porque el combustible es relativamente más caro que la gasolina en la mayor parte de Brasil, señaló Nastari.
El etanol de caña de azúcar posee aproximadamente un 70 por ciento de la energía de la gasolina y los conductores suelen optar por la gasolina cuando el precio del etanol en el surtidor llega a más del 70 por ciento del de la gasolina.
Las exportaciones brasileñas de etanol, que cayeron 50 por ciento el año pasado, a 1.400 millones de litros, deberían seguir en niveles deprimidos ante los bajos precios de EE.UU. y la reducción de los incentivos para el biocombustible en Europa, explicó Nastari.
LAS CLAVES
1. Ahora les gusta
Los productores de etanol de Brasil solían detestar los controles gubernamentales del precio de la gasolina que los obligaban a bajar el suyo para ser competitivos.
2. Caída de precio
Ahora que los precios del petróleo han caído en todo el mundo a menos de la mitad, no pueden vivir sin ellos.
3. Más cara
La petrolera controlada por el Estado Petróleo Brasileiro dijo que continuaría vendiendo gasolina a precios que son un 60 % más caros que los del extranjero.