PLD: ¿aupar a Leonel Fernández o a Danilo Medina?

PLD: ¿aupar a Leonel Fernández o a Danilo Medina?

Ya entró abril, el reloj avanza y los plazos electorales se acortan. Tal cual ocurrió en el 2015, el comité político y el comité central votarán. Cuando eso ocurra, no habrá prácticamente tiempo para lanzar terceras candidaturas. El PLD escogerá entre Leonel Fernández y Danilo Medina. Uno tiene derecho constitucional y el otro no. Si hay que modificar la Constitución, el plazo es aún más corto para las definiciones.
En sentido general, esta disyuntiva muestra que el PLD sufre de “caudillitis”, enfermedad que ha plagado históricamente los partidos políticos dominicanos. Fernández y Medina han cambiado la Constitución para rehabilitarse electoralmente; uno en el 2010 para poder competir en el 2016, y el otro en el 2015 para volver en el 2016.
Durante todos estos años, la estructura del PLD ha quedado anquilosada. Reelección tras reelección en el partido y en el Gobierno. El pugilato se mantiene igual para el 2020.
De partido de cuadros que fue, el PLD pasó a ser una maquinaria electoral efectiva, pero no se democratizó en su estructura organizativa. Al salir de la presidencia en el 2012, la principal tarea de Leonel Fernández como presidente del partido, debió haber sido dedicarse a lograr ese objetivo y no lo hizo.
Ahora las dos figuras máximas del PLD se encuentran atrincheradas. ¿Qué pueden pactar? ¿Que uno ceda al otro la candidatura presidencial? Porque nadie más tiene la fuerza para competir de igual a igual. Los demás solo pueden aspirar a ser ungidos por uno de ellos, o por los dos en el mejor de los casos.
La atención nacional está centrada en dos asuntos. Primero, si Danilo Medina dejará el paso libre a la candidatura presidencial de Leonel Fernández, o si impulsará un proyecto reeleccionista con el aval de la mayoría del comité político, del comité central y de los legisladores en la Asamblea Nacional. Segundo, qué hará Leonel Fernández si no resulta ser el escogido.
El escenario político es difícil para ambos. Si va por un proyecto de reelección, Medina carece de argumentos sólidos para justificarlo. La reforma constitucional de 2015 fue su hechura, aunque se argumente ahora que limita sus derechos ciudadanos. Además, en esa reforma se estableció una repostulación y nunca más. Entonces, ¿qué tipo de sistema de repostulación se establecería si se hace una nueva reforma? ¿O sería sólo eliminar el transitorio para habilitar a Medina por un período?
Para Leonel Fernández la disyuntiva se centra en qué hacer si vence la repostulación de Medina. ¿Aceptar la derrota, tal cual hizo en el 2015, o salirse del PLD y que lo postule una coalición de partidos pequeños?
Aunque muchos partidos minoritarios sueñan con ser grandes, pocos lo logran. Varios estarían en la mejor disposición de llevar la candidatura de Fernández y así crecer; pero por sí solo, su candidatura no lograría congregar tantos votos. La estructura del PLD es esencial para su triunfo. A la hora de la verdad, la inmensa mayoría de los peledeístas no abandonará camino real por vereda. Muchísimos son empleados públicos o funcionarios electos y apostar a un partido grande será la prioridad.
En las próximas semanas sabremos qué ocurre, y cuando el PLD decida sobre su candidatura presidencial, comenzará a definirse mejor el panorama de todas las candidaturas presidenciales para el 2020.
Los máximos organismos de dirección del PLD enfrentan pues una de las mayores decisiones en su historia: si aupar a Leonel Fernández o a Danilo Medina.

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