PLD: Estado asistencial y el poder electoral

PLD: Estado asistencial y el poder electoral

Con frecuencia se escucha decir que el nivel de aprobación de la gestión gubernamental es producto de una estrategia mediática de anuncios y bocinas. Quienes así piensan asumen que al decirlo la población mediáticamente engañada se dará cuenta del cuento.
Ese argumento tomó mayor relevancia en el primer cuatrienio de la gestión de Danilo Medina por los altos niveles de aprobación que registró, y a la fecha, a pesar del impacto negativo de los escándalos de corrupción, la aprobación del Gobierno, aunque ha bajado significativamente con relación al período 2012-2016, no se ha desplomado, según muestran las encuestas.
El planteamiento de que la aprobación depende de una estrategia mediática asume que el pueblo es fácilmente engañado y manipulado.
Si así fuera, el trabajo de la oposición hacia el 2020 sería fácil. Solo tendrían que buscar muchas “bocinas” para criticar el Gobierno y convencer al pueblo.
La situación es, sin embargo, más compleja; y si la oposición no lo entiende, va a desperdiciar otra oportunidad.
El anclaje del PLD en el poder se debe fundamentalmente a dos factores: la relativa estabilidad macroeconómica que ha tenido el país post-2004, y la expansión del Estado asistencial.
La relativa estabilidad macroeconómica se refiere, en términos sencillos, a que los precios aumentan, pero no de manera estrepitosa, y la devaluación del peso se produce, pero no de manera vertiginosa. No quiere decir que la mayoría de las familias dominicanas estén boyando en dinero, ¡No! Lo que quiere decir es que no hay un ambiente de caos económico.
Por otro lado, desde que el PLD volvió al poder en el 2004, impulsó la expansión de un conjunto de programas sociales y subsidios; y con el ascenso de Danilo Medina a la presidencia, se aceleró. En el Estado asistencial hay un aumento en la inversión pública destinada a servicios sociales y programas de apoyo en infraestructura.
El buque insignia es la asignación del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) a la educación, lo que ha permitido la construcción de muchas escuelas y la tanda extendida que ofrece desayuno, merienda y almuerzo a los estudiantes que permanecen en las escuelas hasta las 4:00 p.m. Es un subsidio significativo a las familias de escasos recursos que envían sus hijos a las escuelas públicas.
Los programas de Solidaridad son diversos y se han ampliado en los últimos años, abarcan unas 800 mil familias: comer es primero, bono gas, bono luz, tarjeta estudiantil, etc. SeNaSa actualmente tiene unos 3.5 millones de personas en el seguro de salud subsidiado (los pobres). El Estado tiene una empleomanía supernumeraria para satisfacer las amplias clientelas de diferentes estratos sociales. Muchos de estos beneficiarios tienden a votar por el partido que ellos piensan los benefició.
Hay un aparataje mediático, ¡Sí! Pero la relativa estabilidad macroeconómica y el Estado asistencial lo sustentan.
Eventualmente, el Estado asistencial enfrentará dificultades, probablemente, por una crisis de deuda externa. Cuando eso suceda, no sabemos cuándo, el PLD, e’ pa’ fuera que va.
Mientras esa crisis llega, la tarea principal de los partidos de oposición es encontrar formas innovadoras de enfrentarse a un PLD que ha gestado amplios apoyos electorales en los sectores populares con el Estado asistencial.
Si no, la mayoría de la oposición seguirá siendo, como ha sido, socio minoritario de la llamada corporación PLD. Ojo: la mayoría de los partidos registrados en la Junta Central Electoral están o han estado en las alianzas con el PLD de 2004 a 2018.

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