El árbol se poda por seguridad, salud y estética. La poda estimula la producción de frutas y eleva el valor de la madera en las plantaciones arbóreas. La poda por seguridad se realiza con el objetivo de evitar un accidente de las ramas de los árboles. Por salud es para evitar que la madera se enferme o sea infectada por insectos o plagas en general, que luego provocan la muerte del árbol.

La poda por estética pretende mejorar las características del árbol y aumentar la producción floral y con ello la productividad. Los árboles pierden ramas por la sombra y la competencia de otros árboles. Igualmente, las ramas que no producen suficientes nutrientes para mantenerse, mueren y luego caen al suelo. El viento es un enemigo de los árboles, tales como huracanes, que a veces los sacan de raíces, impidiéndoles reponerse nuevamente.

Los árboles de forma piramidal como las coníferas o pinos, tienen un tronco central fuerte y ramas laterales horizontales. Los árboles de copa esférica que son de madera dura tienen ramas laterales que compiten entre ellas y por eso se justifica la poda. También es necesario podar en las plantaciones de frutales y en los árboles que se tienen como plantas ornamentales. Los tipos de poda más comunes son para adelgazar la copa con el propósito de que entre más luz solar y la circulación de aire mejore y así se beneficia el árbol. La poda desarrolla la estructura y la forma para evitar tensiones y la producción excesiva de vástagos. Elevar la copa de un árbol, consiste en cortar ramas de las partes inferiores y así permitir la libre circulación de las personas y de vehículos, pero también el árbol se desarrolla muy bien desde el tronco. Reducir la copa o la poda de horquilla se realiza con el objetivo de que los árboles no sigan creciendo y mantengan un tamaño uniforme.

La poda debe ser con tijeras si las ramas son pequeñas o con serrucho si las ramas son más gruesas, pero nunca podar con machete o con hacha, aunque sí puede ser con cierra eléctrica. Los árboles de las avenidas de Santo Domingo son maltratados por los trabajadores de la CDEEE, aunque el Director de esa empresa sea un ingeniero agrónomo, como sucedió en una ocasión. Los obreros de la CDEEE son destructores de árboles y su trabajo está mal hecho, porque desfiguran los árboles de las avenidas.

Podar los árboles que se utilizan en el perímetro y las divisiones internas de las fincas ganaderas, como el piñón cubano, en la temporada ciclónica, en julio de cada año, para evitar el viento haga caer las referidas alambradas y entren y salgan los animales de los potreros, porque eso representa un peligro.