Poniendo precio a la estupidez política en Estados Unidos

Poniendo precio a la estupidez política en Estados Unidos

FINANCIAL TIMES. El paro parcial del gobierno de Estados Unidos (EEUU) pasó con poco o sin ningún impacto en los mercados que estaban por ser los más afectados.

Esto es impresionante, ya que los mercados de valores entraron en un período de drama político que parece fuerte.
El índice MSCI World, que abarca todos los mercados desarrollados, tuvo su tercer mejor septiembre de la historia con una ganancia de 4.8%.
El S&P 500 sí ha tocado un alza histórica. La decisión de la Reserva Federal de retrasar la “limitación” del estímulo que se estuvo proveyendo a los mercados tiene que ser por el momento más que una contrarrestada preocupación de lo que sería un punto muerto.

Así que por ahora, no sólo ha sido valorado un corto paro, sino que los inversionistas se han convencido de que se puede sobrevivir sin un daño significativo a una economía en buena forma. Esto no es razonable.

Según el Servicio de Investigación del Congreso, se han producido 17 interrupciones del gobierno federal desde 1977, la mayoría duró unos días y ninguna duró más de tres semanas ni causaron daños permanentes.

Pero los precios del mercado también implican confianza acerca de un evento que la sabiduría convencional sostiene que sería mucho más importante, la negativa por parte del Congreso para elevar el límite de deuda del gobierno federal, lo que podría obligar a EEUU al impago de su deuda.

Los últimos tiempos republicanos en el Congreso jugaron una política arriesgada sobre el tema, en agosto de 2011, ellos forzaron un breve mercado bajista en las acciones.

Este incidente también parece haber provocado un movimiento para que los mercados emergentes dejaran de acumular reservas y redujeran su dependencia del dólar. Pero también, contraintuitivamente, esto condujo a un vuelo a la seguridad de los bonos de la Tesorería.
Esto significa que todos los efectos de un impago serían difíciles de predecir.
Las predicciones de una crisis que coincide con las consecuencias de la quiebra de Lehman Brothers en 2008 no son descabelladas.

El agradable consenso, sin embargo, es que esto no va a suceder. No sólo eso, sino que la política sobre el problema por separado del paro pueden ayudar a evitar un impago sobre el techo de la deuda. Pero de un modo u otro, la creencia es que este paro se jugará políticamente como el último.

Los republicanos en la Cámara asumirán la culpa, debilitándolos y fortaleciendo la mano del presidente demócrata que previamente había parecido débil e inseguro. Mientras tanto, la incertidumbre obligará a la Reserva Federal a mantenerse derramando el estímulo QE.

A fin de cuentas, esta parece una estimación decente. Pero las posibilidades de una sorpresa a la baja se ven por encima de cualquier posibilidad de una sorpresa. El paro podría prolongarse, hasta comenzar a ejercer un fuerte impacto sobre la economía.

O los republicanos podrían ganar la batalla por la opinión pública, fortaleciendo su mano para la pelea del techo de deuda.

Probablemente el mercado está en lo cierto de que lo que ha ocurrido hasta ahora no es un gran problema. Pero sigue existiendo un riesgo no insignificante de algo peor en el futuro cercano, y que aún no ha sido valorado.

Escrito por : John Authers

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