Tiene pocos días. Pero nació agitado. Viviendo uno de los últimos capítulos de la telenovela de acción más comentada de los últimos tiempos, protagonizada por John Percival Matos y Brayan Félix Paulino, el 2017 llegó con la promesa de ser intenso: con él, al parecer, no habrá tiempo para el aburrimiento.
Son muchas las teorías y conjeturas que se han desprendido sobre ese hecho. Pero, ¿nos quedaremos anclados en este caso? Aunque muchos quieran que así sea, porque así no se les toca, es evidente que no podemos darnos ese lujo.
Hoy toca pensar en la corrupción y la impunidad; en todas las fortunas que se han gestado en la oscuridad, robándonos muchas oportunidades y la tranquilidad. Es hora de reclamar contra ese el abuso y, por supuesto, contra uno de los peores escándalos que sacude al mundo: el de Odebrecht.
A pesar de que el Gobierno ha optado por el silencio y la justicia podría hacerse la caprina desquiciada, dándole largas para ver si olvidamos, estamos ante un gran hurto: son US$92 millones los que Odebrecht pagó en sobornos para conseguir los contratos de 17 obras que valen más de RD$200,000 millones.
Además de los sobornos podría haber una tremenda sobrevaluación. Por ello, tenemos que gritarle a las autoridades que exigimos justicia. ¿La cita? La marcha que tendrá lugar el domingo 22 de enero, a las 10 de la mañana (partirá desde la Máximo Gómez con 27 de Febrero y terminará frente al Palacio Nacional, bajando por la Doctor Delgado). Acudir a esta convocatoria, hecha por varias organizaciones sociales, es una obligación: es ponerle voz a nuestra indignación.