El Rey Midas, como recordarán, tenía un problema con el oro. Todo lo que tocaba se convertía en el precioso metal.
Algo que estuvo bien por un rato, hasta que se dio cuenta de que «todo» quería decir «todo».
Puede que hubiese tenido algo de simpatía por el problema actual de Apple que consiste simplemente en tener demasiado dinero.
Y el haber obtenido las mayores ganancias trimestrales de la historia, US$18.000 millones, está empeorando el mayor dolor de cabeza de Apple: un exceso de efectivo.
En resumidas cuentas, la empresa está haciendo dinero más rápido de lo que puede gastarlo.
El Rey Midas, como recordarán, tenía un problema con el oro. Todo lo que tocaba se convertía en el precioso metal.
Algo que estuvo bien por un rato, hasta que se dio cuenta de que «todo» quería decir «todo».
Puede que hubiese tenido algo de simpatía por el problema actual de Apple que consiste simplemente en tener demasiado dinero.
Y el haber obtenido las mayores ganancias trimestrales de la historia, US$18.000 millones, está empeorando el mayor dolor de cabeza de Apple: un exceso de efectivo.
En resumidas cuentas, la empresa está haciendo dinero más rápido de lo que puede gastarlo.
Demasiado dinero
Actualmente tiene guardados US$142.000 millones.
El problema es que debe generar un retorno a ese dinero para los accionistas.
En teoría, tiene suficiente efectivo para comprar 480 de las empresas del índice S&P 500.
O puede comprar tres veces a toda Lituania.
Pero simplemente comprar empresas es un negocio complejo. No se encuentran tan a menudo empresas que sean objetivos interesante para su adquisición.
La última empresa comprada por Apple, el servicio de música por suscripción Beats, costó «apenas» US$3.000 millones y fue su mayor compra hasta el momento.
La firma también puede invertir en su propio desarrollo. Está gastando una cifra estimada en US$5.000 millones para construir la sede de Apple en un campus de más de 70 hectáreas de extensión.
En efectivo
Pero el dinero sigue entrando. La mayoría queda guardado en lo que las cuentas denominan «efectivo y equivalentes de efectivo», así como bonos gubernamentales y corporativos.
Apple administra su dinero a través de una subsidiaria llamada Braeburn Capital, con sede en Reno, Nevada, estado que no cobra impuesto de renta corporativa, ni sobre las acciones corporativas.
La filial de Apple se ha convertido en uno de los fondos de inversión más grandes del mundo.
Pero algunos accionistas, como el activista Carl Icahn, han estado exigiendo que la empresa simplemente le devuelva algo de ese dinero a los accionistas, comprándole las acciones.
El administrador de fondos de inversion David Einhorn, de Greenlight Capital, fue más allá y demandó a la empresa hace dos años para intentar obtener compensación.
Argumentan que el dinero, invertido principalmente en bonos gubernamentales, ofrece un retorno muy bajo.
Einhorn aseguraba que retirar el exceso de efectivo del balance contable de Apple y devolvérselo a los accionistas aumentaría el valor de la empresa en US$50 por acción o más.
Apple accedió y en 2012 empezó a comprar sus propias acciones.
El año pasado gastó cerca de US$45.000 millones en comprar acciones de Apple.