¿Por qué me pican los ojos?
La conjuntivitis puede ser la respuesta

¿Por qué me pican los ojos? <BR>La conjuntivitis puede ser la respuesta

POR ANNA JIMÉNEZ
Esta enfermedad, bastante frecuente, no distingue sexo, raza ni edad, y es muy fácil contraerla. Aprenda cómo evitarla para que pueda orientar a sus clientes. Los ojos pican, arden, se sienten como si estuvieran llenos de piedras. La luz los lastima y la molestia es constante.

Se trata de la conjuntivitis, una enfermedad cuyo brote masivo se produce durante la primavera y el verano, y puede ser causada por infecciones bacterianas o virales, o por reacciones alérgicas al polvo, polen y otros materiales que flotan en el aire, a la presencia de cuerpos extraños en los ojos (como los lentes de contacto) y a la exposición a sustancias irritantes, como contaminantes ambientales, cloro o cosméticos, principalmente si ya están caducados o si han sido utilizados por otra persona infectada. También las piscinas y playas son un medio ideal para el desarrollo y expansión de los microorganismos que la provocan.

La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, que es la delgada capa de mucosa que recubre el ojo y la parte interior de los párpados, y aunque ataca a todas las personas, es un padecimiento bastante común entre los recién nacidos, que puede deberse a la obstrucción de los conductos lagrimales, o bien a que el bebé se contaminó al atravesar el canal del parto y se contagió de alguna infección vaginal de la madre, como clamidia.

La conjuntivitis infecciosa es un padecimiento sumamente contagioso. Puede propagarse fácilmente por contacto entre las manos y los ojos, principalmente porque éstos pican tanto que muchas personas, especialmente los niños, se los tallan para aliviar la comezón, y las bacterias quedan en las manos.

SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO

Este padecimiento comienza con lagrimeo al exponerse al frío, al viento o a la luz: son las primeras señales de que algo está pasando en nuestros ojos. Más tarde, los síntomas característicos de la conjuntivitis son picazón, dolor, enrojecimiento e inflamación de la conjuntiva e irritación ocular. Esto se acompaña de fotofobia (molestia frente a la luz) y manchas de sangre en los ojos, en los casos más severos, como la conjuntivitis hemorrágica, requieren de tratamiento inmediato.

Las infecciones virales y bacterianas suelen producir un pus blanco o amarillo que puede causar que las pestañas se peguen y se mantengan cerradas por la mañana. En el caso de la conjuntivitis alérgica, como la conjuntivitis primaveral provocada por el polen, la secreción es clara y líquida, parecida a las lágrimas.

Algunos especialistas recomiendan que para limpiar la secreción y retirar las lagañas que unen a las pestañas al despertar, se utilice té hervido de manzanilla, que además es un poderoso desinflamatorio natural. Es necesario tratar cada ojo por separado para no propagar la infección, y no hacerlo más de tres veces al día para evitar que se irriten aún más. Los lavados deberán ser realizados aseando directamente los ojos con la infusión ya fría o aplicándola con un gotero en forma directa. No se debe usar algodón ni gasa.

Mucha gente utiliza limón para limpiarse los ojos, pero no es aconsejable para combatir la conjuntivitis, ya que esto sólo aumentará la irritación de los ojos, y no se elimina al microorganismo que está causando el padecimiento. Tampoco se deben usar los lentes de contacto ni maquillarse los ojos una vez que se ha iniciado la infección, porque el problema puede agravarse, y es posible causar incluso una lesión en la córnea, aparte de contaminar todos los cosméticos que usted usa.

Para las conjuntivitis bacterianas, los médicos prescriben gotas a base de antibióticos, y para las de tipo alérgico se utilizan colirios con antihistamínicos. En muchos casos, la conjuntivitis cede espontáneamente, pero si las molestias continúan al cabo de una o dos semanas, o si los síntomas son muy severos, hay que consultar a un médico, de preferencia a un oftalmólogo, y no autorrecetarse, ya que si la enfermedad se debe a la presencia de un virus, los antibióticos no servirán de nada, y lo único que se podrá hacer es aliviar los síntomas hasta que el microorganismo cumpla su ciclo vital y muera naturalmente. Por eso es indicado consultar siempre a un doctor, quien podrá decirnos qué tipo de conjuntivitis padecemos, y qué hay que hacer para curarla.

CÓMO PREVENIRLA

No es tan difícil prevenir la aparición de la conjuntivitis, todo lo que tenemos que hacer es cuidar nuestros ojos. Aquí le damos algunas sugerencias, que podrá también transmitir a sus clientes:

Manténgase lejos del pasto recién cortado, de ambientes contaminados, de sustancias químicas, del humo o cualquier factor que pueda irritar sus ojos, especialmente si estos son muy sensibles.

Vitaminas para los ojos

Vitamina A, C y E. Luteína y Vitamina B2. Vitaminas para los ojos. La falta de vitamina A puede causar también otros trastornos y enfermedades del ojo. Como la vitamina E la vitamina C es un excelente antioxidante y por esta razón muy efectiva para reducir el riesgo a enfermarse de cataratas.

VITAMINA A
“Las zanahorias son buenas para los ojos”, esta frase la hemos escuchado con seguridad por lo menos una vez y es correcto lo que se dice, pues las zanahorias contienen beta-carotina que nuestro cuerpo transforma en vitamina A. La vitamina A es importante para el proceso de la visión, en particular para la visión crepuscular.
La vitamina A está contenida en:
Tomates
Páprika verde y roja
Espinaca
Hígado
Yema del huevo
Verduras de color

VITAMINA C
Como la vitamina E la vitamina C es un excelente antioxidante y por esta razón muy efectiva para reducir el riesgo a enfermarse de cataratas. Junto con la vitamina E desarrolla un efecto extremadamente eficaz. Los fumadores debían observar que en general requieren de una mayor provisión de vitaminas. La vitamina C se encuentra en:
Frutas (sobre todo en los cítricos)
Tomates
Melones
Verduras de hojas verdes
Col cruda

LUTEÍNA
En numerosos estudios se viene investigando la relación entre la luteína y la degeneración de mácula. Algunos estudios afirman que el consumo de grandes cantidades de fruta y verduras que contienen luteína reduce el riesgo de adquirir una degeneración de mácula asociada a la edad. Para las personas de ojos claros la luteína es casi imprescindible pues protege a sus ojos de la radiación solar.
La luteína está contenida en:
Bróculi
Maíz
Espinaca
Calabazas
Arvejas
Verduras de hojas verdes (cruda)
Chicoria (cruda)

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