Los precios internos de los medicamentos son hasta un 40% más altos en República Dominicana que en otros países de la región, lo que favorece la falsificación de medicamentos y la importación ilegal, según revela el estudio sobre las “Condiciones de competencia en el mercado de medicamentos de la República Dominicana”, realizado por la Comisión Nacional de la Defensa de la Competencia.
La investigación muestra que de acuerdo a una entrevista mantenida con autoridades del Programa de Medicamentos Esenciales (Promese-Cal), los precios de venta al público de los medicamentos en el mercado privado son de los más altos de la región, en particular, entre 30% y 40% por encima de los precios en países de Centroamérica.
El margen del Promese-Cal es en promedio del 18% del precio de compra. En cuanto a los precios finales en las Farmacias del Pueblo, los mismos han bajado entre un 60% y un 70% desde 2004 hasta la actualidad.
La investigación revela que en el país no hay ningún control sobre la fijación de precios de los medicamentos en el sector privado, aunque estos son considerados como artículos de primera necesidad de acuerdo a la Ley N° 13 de 1963, y existe la Dirección General de Control de Precios y se estableció que la fijación del precio máximo de venta estaría a cargo del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, pero no se ha aplicado esta legislación.
Mientras que en los medicamentos de origen internacional los importadores pueden llegar a tener márgenes más altos que los fabricantes, lo que deriva también en precios altos y crea incentivos para la falsificación y la entrada ilegal al país. “De hecho, existe comercialización “informal” de medicamentos en República Dominicana, y algunas estimaciones privadas la ubican entre el 20% y el 30% del mercado”, de acuerdo al estudio.
Mientras que las ganancias de los márgenes de beneficio en las farmacias están establecidas entre un 30 y un 40% sobre el precio de venta del distribuidor.
El mercado criollo cuenta con 70 laboratorios de producción nacional y cinco compañías internacionales radicadas en el país, 1.305 distribuidoras que se dedican a la importación y/o comercialización de productos terminados y 4.075 farmacias autorizadas.
En pocas manos. El estudio revela que si bien en República Dominicana pueden encontrarse productos de una diversidad de empresas (456 corporaciones), las primeras 20 acumulan alrededor del 65% de las ventas.
No indican genéricos. La investigación además explica que las condiciones nacionales de regulación y competencia son críticas para favorecer la entrada y desarrollo de los oferentes de genéricos, particularmente del segmento de genéricos sin marca, que es el menos desarrollado y el de menor precio.
La participación de los genéricos sin marca es aún reducida, indicativo de la necesidad de políticas proactivas de sustitución por genéricos, tales como reglas de obligatoriedad de prescripción por nombre genérico, la instrumentación de mecanismos de farmacovigilancia que aseguren la calidad, eficacia y seguridad de los genéricos sin marca y campañas de información a los profesionales y al público.