La alta aceptación social del consumo de alcohol preocupa a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que recomienda el control de la publicidad que promueve su consumo, que se incrementen sus precios y que se apliquen con rigor las leyes que lo regulan.
Así lo informaron ayer la doctora Maristela Monteiro y Elías Tejada, la primera, consultora de la OPS, y Tejada, del departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública.
Para tales fines, técnicos de ese organismo y el Ministerio de Salud revisaron el consumo de alcohol en la región y las políticas costo efectivas para disminuir el consumo de alcohol.
La doctora Monteiro cree que se debe revisar desde el sistema de salud el cómo detectar e intervenir desde la atención primaria a los consumidores de esta droga.
Si la persona no toma, no tiene riesgos, si toma poco, qué se puede aconsejar, y las que tienen alto consumo, técnicas para bajarlo.
“Preocupa la tolerancia al uso de alcohol, es una aceptación que por años ha trabajado la industria a través de la publicidad, lo venden como si el consumo fuera parte de la vida de la gente”, insiste.
Los analistas aseguran que la publicidad y el poder económico usa todos los mecanismos de publicidad para que el consumo de alcohol llegue a los niños y adolescentes del país.
Existen evidencias de que cuando mayor es el acercamiento de los menores a la publicidad, más alta es la posibilidad de que esos menores consuman esa droga, dijo Monteiro. Esto incide en que más temprano caigan en el vicio, pues están expuestos a la propaganda destinada a los adultos.
Esta propaganda que promueve alcohol está en la televisión, el cine, la internet; los deportes que llegan a los adolescentes son financiados por la industria, lo mismo que los eventos artísticos y deportivos. Esto ocurre a nivel nacional e internacional.
Se recomienda a todos los países control del mercadeo, lo que es distinto a la autorregulación de la empresa, incremento de precios para disminuir la accesibilidad al consumo y controlar la disponibilidad física, ya sea por el control de horario, puntos de venta a menores y locales públicos. Insistió en que para cambiar las normas es necesario utilizar la ley.