SEATTLE, Estados Unidos. El presidente chino Xi Jinping pidió el martes en Estados Unidos una relación bilateral de más confianza y menos sospechas, en el primer día de una visita durante la que se anunció la compra de 300 Boeing por parte de empresas chinas.
Según la agencia oficial Xinhua, un «grupo de empresas chinas» firmó acuerdos para la compra de 300 aparatos del constructor estadounidense, sin especificar los modelos ni el monto de la operación, aunque probablemente se tratará de uno de los mayores contratos de los últimos tiempos.
Paralelamente, la estatal Corporación de Aviación Comercial de China firmó un acuerdo con Boeing para abrir en el país asiático un «centro de terminación» de su avión de medio alcance B737, dijo la agencia estatal.
En su primer discurso en suelo estadounidense, en Seattle (oeste de EEUU) ante empresarios, el mandatario insistió en que Pekín no quiere un conflicto con Estados Unidos, pese a las tensiones entre ambos países en varias áreas.
«Queremos ver un mejor entendimiento y confianza y menos distanciamiento y sospechas», dijo Xi, enfatizando en la necesidad de una mayor comprensión de las «intenciones estratégicas» del otro. «Si se entrara en un conflicto y confrontación, eso llevaría al desastre para ambos países y, por ende, para el mundo», sostuvo el mandatario.
Xi, que deberá tratar temas candentes con la administración Obama, como la creciente presencia de Pekín en el Mar de China Meridional, los ataques de piratas informáticos o las acusaciones de prácticas comerciales desleales contra inversores estadounidenses en su país, buscó tranquilizar a los empresarios, subrayando que China es una fuerza positiva en la economía global y está avanzando en reformas.
Prometió tratar a los inversores estadounidenses en China de forma justa y combatir el cibercrimen.
«Respetamos las normas empresariales internacionales de no discriminación», indicó a una audiencia que incluía a directores de empresas como Boeing, Amazon, DuPont, IBM o Microsoft, todos con fuertes negocios con China.
En cuanto a la piratería informática, manifestó que «China es una ferviente defensora de la ciberseguridad» y dijo estar pronto para establecer un «mecanismo conjunto de diálogo de alto nivel» con Estados Unidos para combatir el problema.
«El gobierno chino no se involucrará en ningún robo comercial de ningún tipo ni alentará o respaldará intentos de este tipo», aseguró.