Al cumplirse el primer año del hasta ahora su segundo mandato constitucional, el presidente Danilo Medina, como todos los gobernantes, se percibe entre luces y sombras, y entre los dos estadios de apreciación, luces evidentes, y las sombras son el permanente reto a trocar por luces.
Las luces del Presidente Medina son laudables, quizás como ningún gobernante en 173 años de turbulento trayecto republicano.
En 178 Visitas Sorpresa, en l,246 proyectos, inversión por sobre los 26,212 millones de pesos, más de medio millón de agricultores pequeños han debutado a disfrutar de bonanzas económicas, y el campo luce eufórico.
Esa ofensiva restauradora agropecuaria se extiende al Instituto Agrario Dominicano, donde el Presidente ha otorgado títulos definitivos a 15 mil parceleros, el doble de 50 años de 14, 209.
El flagelo de la pobreza se ha reducido en 10.5% en diez años, expresó Alexandra Izquierdo, titular de la ONE, abandonando la pobreza 900,354 dominicanos. (El Nacional 15-08-17).
La Educación ha recibido el mayor aporte histórico con el 4% del Presupuesto, repercusión en 12, 177 aulas nuevas, tanda extendida y maternales, ahora con alumnado nutrido para poder pensar, y sueldo de 40 mil pesos a profesores.
La inflación se ha mantenido controlada en 3.37%, mientras que el PIB proyectado a este años es de 5.5%, y turismo proyecta ingresar este año seis millones, compra 600 millones de dólares al agro. Creación del sistema 9-1-1.
Se remodelan los 56 hospitales; se construye el nuevo Morgan; 3.6 millones tienen Régimen Subsidiado.
Quedan pendientes retos de inseguridad, corrupción impune; apagones; haitianización, deuda externa de US$28 mil millones, y caos tránsito vehicular.
Más luces que sombras, que el Presidente dice trabajar para disipar.