Primer ministro conservador Viktor Orban encabeza elecciones legislativas en Hungría

Primer ministro conservador Viktor Orban encabeza elecciones legislativas en Hungría

Budapest. El partido conservador del primer ministro Viktor Orban, acusado de actitudes antidemocráticas en el ejercicio del poder, encabeza con amplia ventaja las elecciones legislativas celebradas el domingo en Hungría, según resultados parciales.

Los resultados no permiten por el momento determinar si el partido de Orban va a conservar la mayoría de dos tercios que tenía en el parlamento saliente, pero su permanencia en el cargo de primer ministro parece asegurada. Tras el escrutinio del 60,15% de los votos, la Unión Cívica Húngara (FIDESZ) de Orban obtiene el 45,7% de los votos, la alianza de izquierda 24,45% y el partido de extrema derecha Jobbik 21,4%, según el sondeo difundido por Nezopont.

Por su parte, el partido de centro-izquierda y ecologista LPM se encontraría por debajo del umbral del 5% de los votos necesarios para mantenerse en el parlamento. En 2010, FIDESZ había obtenido 52,7% de los votos y dos tercios de los diputados. A media tarde, la participación era del 45,02%, según la comisión electoral. Los institutos prevén que sea de en torno al 62%, por debajo del 64,3% registrado en primera vuelta del 2010.

Unos 8,2 millones de electores estaban convocados a las urnas para elegir a 199 diputados en unos comicios de una sola vuelta. Del total, 106 diputados son elegidos en distritos uninominales, en una sola vuelta, y los 93 restante se reparten proporcionalmente. En los últimos días, Orban multiplicó sus esfuerzos para movilizar a su electorado, ante el miedo a que se queden en casa dando por hecho la victoria.

«Yo voto por Orban, creo que cuatro años no son suficientes para que un partido pueda cumplir sus planes», estimó Belane Kovacs, una cajera de 34 años interrogada por la AFP en Budaörs, una ciudad ubicada a 18 km al oeste de la capital. «Creo que la economía está en buen camino», añadió antes de votar. En estos cuatro años de gobierno en solitario, Orban ha dividido profundamente a la sociedad de este antiguo país del bloque comunista y miembro de la Unión Europea desde 2004.

Gracias a las más de 850 leyes adoptadas sin debate gracias a su mayoría de dos tercios en el Parlamento, su partido ha acaparado todo el poder y los contrapoderes del país, como la prensa y la justicia, pero también la economía, el banco central y hasta la cultura. Un control tentacular que ni las manifestaciones populares de 2011 y 2012 ni las duras advertencias de Bruselas han logrado resquebrajar. El partido se ha apropiado de los símbolos nacionales y el que esté contra él, está acusado de traicionar a la patria.

Mantener la mayoría de dos tercios

La campaña del Fidesz ha girado esencialmente en torno a la reducción, muy popular, del 20% de los precios de la energía doméstica desde 2013, y que ha hecho olvidar las brutales subidas de impuestos de los años anteriores. Con un 27%, el IVA que aplica Hungría es el más alto de la UE. Orban, sin oposición dentro de su partido, también se ha atribuido la recuperación económica (1,2% en 2013), pese a que el crecimiento se debe principalmente a las excepcionales cosechas.

Ha encomiado asimismo su combate contra la supuesta rapiña de las compañías extranjeras, sometidas -con excepción de los fabricantes de automóviles- a una fuerte imposición. Por este motivo, las inversiones extranjeras directas se han volatilizado. La izquierda, mal organizada y casi inaudible en la campaña, necesita que haya una fuerte participación para inquietar al Fidesz, arguyen los politólogos.

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