El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, mostró ayer su preocupación e insatisfacción con las decisiones judiciales a favor de los implicados en la red del narco boricua José David Figueroa Agosto, y de muchos extranjeros, especialmente colombianos y venezolanos, apresados en el país con grandes kilos de cocaína.

Reveló que en el caso de esos extranjeros, inmediatamente se les otorga una fianza, la mayoría se van en una lancha rápida y no hay forma de detenerlos. “Otorgarle una fianza a una persona de esas que no tiene arraigo en el país, en una isla, y donde no hay grilletes electrónicos, es darle una licencia de corso”, dijo Domínguez Brito.

Secuela negativa. En el caso Figueroa Agosto, El procurador consideró “extremadamente negativas” tanto las decisiones de la Corte de Apelación que redujo las condenas a los implicados, como la de la jueza de la Ejecución de la pena de San Pedro de Macorís, que dispuso la libertad condicional de Sammy Dauhajre.

Recordó que el cártel de Figueroa Agosto era uno de los más grandes que existía en la República Dominicana, y que en combinación con otros que todavía perduran, “permearon la estructura de persecución del narcotráfico”, y crearon una percepción donde los antivalores se convertían en referencia para muchos personas que veían en las drogas un mecanismo de ascenso o de prestigio social.