La producción de vegetales y frutas en invernaderos debe transformarse en orgánica para lograr una mayor seguridad en los mercados internacionales y obtener más beneficios económicos, por la gran demanda que tienen entre los consumidores.
Este planteamiento lo hizo el ingeniero Gustavo Gandini, investigador del tema y quien presentó un paquete tecnológico de la producción orgánica en los invernaderos del país, en el Tercer Pre Foro Binacional de la Industria de los Invernaderos de la República Dominicana.
En el país se ha desarrollado una experiencia de producción orgánica que ha demostrado que en invernaderos se logran iguales o mayores niveles de productividad que en la producción convencional.
Los rendimientos logrados en agricultura orgánica superan los 16 kilos por metro cuadrado, equivalentes a más de 36 libras metro cuadrado por cosecha de pimientos morrones.
En la producción orgánica se destacan el uso de suelo mejorado, la utilización de insumos orgánicos y la existencia de una amplia gama de más de 50 empresas que ofrecen insumos para la producción orgánica en el país, según Gandini.
Además el uso de humus líquido en el ferti-riego en los invernaderos, certificación de los invernaderos por empresas certificadoras de prestigio internacional, de acuerdo a los requerimientos del mercado orgánico y programas de certificación de invernaderos y empacadoras. En el país hay experiencia en la producción orgánica de banano, que tiene el liderato mundial; en café, cacao, mango, aguacate y vegetales, entre otros.
Propuesta Cluster. La propuesta del Cluster de Invernaderos para el desarrollo de la industria de los invernaderos fue presentada en el evento por su presidente, José Miguel de Peña. Plantea la instalación de 51 bio-parques por año con recursos financieros provenientes de dos líneas de financiamientos:
-De US$200 millones definida con la empresa francesa Filclair, el seguro de financiamiento del Gobierno francés Coface y el Banco de la Caixa, de España.
-De US$55 millones con línea de financiamiento aprobada por el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Esas dos líneas de financiamiento aportarán US$ 255 millones anuales para la instalación de 5,681,400 metros cuadrados de invernaderos por año, 51 empacadoras, 51 frigoríficos, 51 germinadores y 51 naves donde se alojarán las oficinas, los frigoríficos y las empacadoras.
Tendremos como resultado una nueva producción en los bio-parques de 245 millones de libras por año, con un valor internacional de US$ 276 millones de incremento a las exportaciones anualmente, que se irá aumentando gradualmente en esta misma proporción cada año, asegura De Peña.
La perspectiva de la producción orgánica en los bio-parques orgánicos para el 2016 contará con el apoyo del nuevo Gobierno, mediante avales soberanos y fondos de garantías. Para ese año tendremos los siguientes resultados: 40 millones de M² nuevos de invernaderos; 649,000 nuevos empleos aportados por la industria; 1,720 millones de libras exportadas al año, y 1,943 millones de dólares de nuevas exportaciones al año.
Emerson Vegazzo, quien estuvo en el evento en representación de la Unión Europea, enfatizó sobre la inclusión de la industria de los invernaderos en el Plan Nacional de Desarrollo. Destacó el compromiso de ese organismo de seguir apoyando la propuesta presentada por el Cluster de Invernaderos para el desarrollo de esa industria, y dijo que el Cluster de Invernaderos ha sido el caso más destacado de asociatividad de un sector productivo nacional.
El director ejecutivo del Consejo Nacional de Competitividad, Andrés Vander- horst, destacó el crecimiento de la industria en los últimos años, tomando en cuenta los sectores productivos del país que participan en la exportación de bienes y servicios. Reconoció la capacidad de la industria de los invernaderos de sustituir las exportaciones en la generación de empleos de las zonas francas. Cree que a pesar de la potencialidad y desarrollo el sector invernadero es necesario mejorar la competividad a través del mejoramiento de la infraestructura de empaque, certificación y cadenas de frío que son factores de primer orden para mejorar la competividad en los mercados internacionales. Se necesita además hacer las inversiones para instalar los 51 bioparques por año, de forma tal que para el 2016 tengamos instalados 40 millones de metros cuadrados de invernaderos para crear los volúmenes de producción requeridos para un aporte significativo del sector a las exportaciones del país.
El ex presidente Hipólito Mejía en su calidad de gestor de la industria local de invernaderos, resaltó el potencial del país para aumentar las exportaciones aprovechando las ventajas comparativas para tomar mayor participación de los mercados de Europa, Estados Unidos, Japón y otros. Criticó que el crecimiento de las exportaciones de la industria ha sido muy modesto tomando en cuenta que México inició la industria prácticamente en el mismo tiempo que nosotros y que esa nación ahora exporta 11,000 millones de dólares anuales, mientras que las exportaciones de los invernaderos de dominicanos son de apenas US$50 millones. Para revertir esa situación el candidato presidencial del PRD, planteó que de llegar al Gobierno en el 2012 financiará a los productores 7.5 millones de metros cuadrados por año para instalar 30 millones de metros cuadrados de invernaderos. Esas inversiones se harían con aval soberano del Estado, tal como lo hizo en su primer período 2000-2004.
Certificación. La certificación tiene una gran importancia para el comercio. Gisela Delgado, CNC, presentó en el evento el programa Nacional de Certificación, en el cual podrán ser certificados los invernaderos y las empacadoras.
Entre los beneficios de la certificación se citan mejoría en los niveles de calidad de sus productos o servicios, reducción de los desperdicios tanto en materiales como en tiempo del personal, reducción de los costos de producción, aumento de la productividad del personal, mejora en los niveles de competitividad, mayor satisfacción de los clientes y mayores posibilidades de eliminar las barreras técnicas para la penetración de los productos de la empresa en mercados internacionales.
Las certificaciones identificadas como necesarias en los invernaderos son: ISO 9001, ISO 22000 y/o HACCP, certificación orgánica, certificación comercio justo, certificación GLOBALGAP (EUREGAP) y certificación de la cadena de frío.
Haití. En representación de ese país, participó en el evento una comisión, encabezada por Paul Diuret, ex-ministro de Economía. Agradeció la disposición del Cluster de Invernaderos del país de contribuir con el desarrollo de la industria en Haití. Dijo que el incipiente desarrollo de esa industria en su país requiere de un fuerte apoyo en asistencia técnica y financiera, solicitando la transferencia de conocimiento y experiencia de la República Dominicana. Propuso la realización de proyectos conjuntos entre la República Dominicana y Haití, especialmente en la zona fronteriza, para exportación a través del puerto de Manzanillo. Duire exhortó a las autoridades del Gobierno electo de Haití formular una estrategia para el desarrollo de la industria de los invernaderos en ese país.
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Financiamiento
El presidente de la empresa francesa Filclair, Alnould Terry, presentó el esquema de financiamiento canalizado a través del Cluster de Invernaderos mediante el cual se habilitó una línea de crédito de bio-parques para República Dominicana, con el aval del Seguro de Préstamos Francés Coface. Se requiere una inversión en infraestructura de US$4.4 millones para un bio-parque de 111,400 M2 . Dijo que su empresa financia proyectos de invernaderos en México y otros países. Explicó que los requisitos para acceder a esos préstamos son: que el proyecto sea presentado por una compañía en la que participan los promotores del proyecto, estados financieros de los últimos 3 años de la compañía y/o promotores del proyecto, presentar un estudio del proyecto a través del Cluster de Invernaderos. Su empresa dispuso US$200 millones para financiar bio-parques en el país.
La cifra 255 millones de dólares. Es la suma disponible para la instalación de bio-parques de 111,400 M2 otorgados por la empresa francesa Filclair (US$200 MM) y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), con US$55 millones.