SEGUNDA.- El Valle de San Juan de la Maguana, conocido como el granero del Sur por su condició agrícola y producción de habichulas, soya y arróz. Foto/ Selenia Corcino
SAN JUAN DE LA MAGUANA.– La decisión del Consejo Regional de Desarrollo Agropecuario (CRDA) de levantar la prohibición de la siembra de arroz en esta provincia ha generado controversia entre productores agrícolas y dicho organismo.
En su última reunión, el organismo que agrupa a las instituciones públicas, ganaderos y las dos juntas de regantes que operan los sistemas Mijo y Sabaneta, decidió levantar la suspensión de la siembra de arroz en el periodo de primavera.
“No obstante, cada junta de regantes debe controlar la superficie que permitirá en su área de influencia para no agotar la capacidad de nuestras presas y tomas directas, y poder satisfacer la demanda hídrica del cultivo, garantizando así la recuperación de los embalses para la próxima siembra”.
Al menos, Agustín Báez, Víctor Matos Pérez y Manuel Matos Pérez, presidentes de la Asociación de Productores Agrícolas, de la Cooperativa de Ganaderos del Sur (Coopresur) y del Comité Agropecuario Unitario (CAU), coinciden en que con un nivel de 634.5 msnm de la hidroeléctrica de Sabaneta, el río Mijo que aun no cuenta con el caudal suficiente y la incertidumbre de si continuarán las lluvias, autorizar la siembra es riesgosa.
De su lado, el licenciado Carlos Segura Foster, administrador del Banco Agrícola, consultado por la vía telefónica, aclara que han levantado la prohibición para el otorgamiento de préstamos para la siembra de cultivos menores en todo el valle y para arroz solo en el sistema de mijo, no en las aéreas del canal José Joaquín Puello.
Agustín Báez afirma que en la actualidad en el valle hay 85 mil tareas en pies de diversos rubros como maíz, guandul, batata, yuca, y hasta arroz y hay que garantizar agua potable para los acueductos de este municipio, Juan de Herrera y el distrito municipal de Hato del Padre y para el abrevadero de animales.
Una advertencia
Báez y los Matos Pérez advierten que muchos productores siembran arroz en cualquier terreno, incluyendo arenosos y de cascajo, que tienen mayor infiltración y demandan más agua. Dicen que las juntas de regantes no disponen de mecanismos para controlar la siembra de arroz; dicen miembros violan disposiciones.