Productores Jimaní entre espada y pared por inundaciones y sequía

Productores Jimaní entre espada y pared por inundaciones y sequía

Entre la espada y la pared se encuentran los parceleros de El Limón de Jimaní. Primero fueron afectados por una fuerte sequía y luego las inundaciones del huracán Matthew mientras el seguro no les ha cubierto las pérdidas, el Banco Agrícola exige de forma compulsiva el pago de los préstamos y el Instituto Agrario Dominicano (IAD) no les repara las bombas para el riego.
Se trata de los productores del proyecto AC-129 del IAD que fue el punto de partida de las “visitas sorpresas” del presidente Danilo Medina, el 14 de octubre de 2012, y en el que se invirtieron RD$66 millones. Aunque a partir de entonces la producción aumentó luego la falta de apoyo constante ha puesto en jaque a los parceleros.
Son 4,200 las tareas cultivadas en las cuales las bombas para regar el agua están deterioradas y operan con dificultades e incluso una lleva un año totalmente dañada. Esta debe regar la mayor zona de producción con casi 2,000 tareas las cuales solo reciben tres horas de agua al día bajo un sistema de riego por goteo con energía de paneles solares.
“Hemos llegado de la cima hacia abajo porque el director del IAD (Emilio Toribio Olivo) no nos da ayuda y no atiende las órdenes del Presidente que le dijo que cambien las seis bombas y tenemos un año con la bomba número cinco dañada y hemos denunciado por diversos medios y el director del IAD no nos pone atención”, expresó Simeón Cuevas, presidente de la Asociación de Parceleros de El Limón.

Cuevas junto a los productores César Guzmán, Manuel Castillo, Ramiro José y Norberto Matos, explicaron que ellos repararon tres bombas con sus recursos, pero se perdieron tres de las seis zonas en producción de plátanos, guineos, rulos, guandules, limones y otros cultivos.
“Todo se perdió”, narra Cuevas con amargura.
Según Cuevas cada bomba cuesta RD$1,200,000 y el presidente Medina ordenó al ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta y al IAD que las sustituyeran a medida que se fueran dañando. Sin embargo no se ha sustituido ninguna.
Dijo que el director del IAD alega que cada reparación asciende a RD$1,000,000, pero ellos la han cotizado en RD$100,000 y aunque le han pedido que les permita repararlas, el funcionario no quiere.
Cuevas estima que las pérdidas son millonarias porque habían 300 tareas en cosecha al momento de la sequía y ya llevan ocho meses que no pueden participar en el mercado binacional donde sus productos tienen alta demanda como los limones que el saco se vende en RD$5,000.
Agrodosa. Los parceleros se quejan de que hace más de dos meses hicieron las reclamaciones a la Aseguradora Agropecuaria Dominicana (Agrodosa) y aún no les han evaluado y ahora no les toman las llamadas.
Ramiro José se quejó que ni siquiera pueden limpiar los predios de los árboles caídos pues Agrodosa lo prohíbe porque no se ha hecho el levantamiento. Mientras tanto están de brazos cruzados.
Feos para la foto. En cuanto al Banco Agrícola aunque envió peritos a constatar los daños, estos solo fotografiaron las parcelas y las casas de los productores, pero les han mantenido cobrando las cuotas de forma compulsiva.
“Ni no pagan por allá ni no dan tregua con los cobros”, expresó Matos, quien perdió cerca del 70% de sus 5,000 plantas de guineos con las inundaciones provocadas por Matthew a principios del mes de noviembre.
De acuerdo a Cuevas los 182 parceleros del proyecto están endeudados con préstamos entre RD$200,000 y RD$600,000 mientras los agentes del Banco Agrícola presionan a diario por las cuotas que han ido acumulando moras.
“Si la sequía por las bombas dañadas nos mató las plantaciones y luego viene el huracán Matthew y también tumba las plantaciones y a otros se las inundó con qué vamos a pagar al banco, le decimos al banco que nos den una tregua y Agrodosa que nos pague los daños que pagamos un seguro”, expresó.

Panorama sombrío. Al hacer un recorrido por las parcelas, se observa el panorama desolador con muchas plantas en el suelo tanto por la sequía como las inundaciones. Hay una gran cantidad de plantas de guineo aunque tienen racimos están pasmado por lo que ya no sirven.
Y si bien es cierto que las últimas lluvias han empezado a enverdecer la producción, los productores no han podido aprovecharlas porque el seguro no ha hecho la evaluación de los daños. En el caso de la zona número cinco, donde hay 28 parceleros asentados, se evidencian los más grandes daños por falta de riego constante. Hay parcelas sembradas de limón, rulos y otros cultivos en buenas condiciones porque los agricultores repararon las bombas.

La visita sorpresa. “Cuando el presidente vino al proyecto estaba abandonado y de 182 parceleros solo trabajamos 27 con nuestro propio esfuerzo. A partir de la visita del 14 de octubre del 2012 al año empezamos a ver resultados con un riego por goteo y cosechábamos maíz, habichuela y luego empezamos con rulos y guineo y ahora hay guandules, sandía, maíz, batata, habichuela”, relata Cuevas.
En aquella ocasión, el presidente Medina primero acudió a la casa de Simón Cuevas donde se le informó que estaba en la finca, por lo cual el mandatario se trasladó a ese lugar, relató el parcelero quien narró que andaba con pocas personas en dos yipetas negras.
El Presidente se sentó en un rústico banco al lado de Cuevas en una pequeña caseta donde se guardan productos y descansan los jornaleros. Desde ese mismo lugar Cuevas narró sus nuevas angustias.
Más atención. Cuevas demandó mayor atención del director del IAD para que no se sigan empañando las buenas intenciones del presidente Medina con los productores del campo.
Cuevas señala que han pedido por diversos medios la solución al problema del riego y no ha sido suficiente.
“Le pedimos que nos permita a los parceleros reparar la bomba número cinco y el dice que no, que con la compañía de los paneles solares hay compromisos y yo le digo el compromiso debe ser con nosotros y no con compañía”, expresó Cuevas.
“Queremos que el Presidente le ordene al IAD poner atención al proyecto agrario El Limón de Jimaní que el Gobierno invirtió 66 millones de pesos que son del dinero del pueblo, entonces si el Gobierno tuvo la valentía de ayudarnos por qué este director del IAD se torna enemigo de nosotros con esa actitud malsana”, concluyó Cuevas.

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