PRAGA. Los checos, los mayores consumidores de cerveza en el mundo, podrían tener pronto un aliciente para beber todavía más, después que el ministro de finanzas propuso reducir el impuesto sobre la bebida en más de la mitad.
El ministro de finanzas Andrej Babis propuso reducir el impuesto a la cerveza de barril del 21% actual al 10%.
Babis dijo que la medida se propone suavizar la oposición a otro plan actualmente debatido en el Parlamento sobre un registro electrónico obligatorio de todas las ventas.
Babis dijo el martes que “no es una medida populista; tiene sentido”.
No todos en el gobierno de tres partidos están de acuerdo con la propuesta.
El primer ministro Bohuslav Sobotka afirmó que choca con la estrategia oficial de reducir el consumo de alcohol.
Su Partido Socialdemócrata prefiere reducir los impuestos a los alimentos básicos.