Con el crecimiento experimentado por el comercio exterior, las Aduanas contraen obligaciones adicionales de primer orden. Además de recaudar deben velar por el cumplimiento de tratados que crecientemente regulan el tráfico de bienes y enfrentar las formas, a veces ingeniosas, a que apela el crimen organizado para trasiegos infames por las fronteras. Al comparecer al almuerzo del grupo de Comunicaciones Corripio, el director general de las aduanas dominicanas, Enrique Ramírez, resaltó lo importancia que adquieren los controles arancelarios y de otro orden sobre el movimiento de carga. Cabe esperar que la aplicación de los esquemas de libre comercio no resulten contraproducentes para productores y distribuidores locales ni coarten el derecho del consumidor a adquirir fuera, sin tasas excesivas los artículos que considere convenientes.
Con cuidadosa vigilancia el país debe protegerse del ingreso sin pago de impuestos vigentes de mercaderías que van al mercado a competir con similares traídos o elaborados localmente en buena ley por empresas reconocidas. Licores y cigarrillos figuran en la gama de productos ilegales que circulan en confrontación con compañías legítimas del parque industrial nacional. Procede reconocer que la Dirección de Aduanas se empeña en perseguir esos y otros contrabandos incautando una cantidad considerable de mercancías. Sus esfuerzos merecen apoyo.

Aplausos a los campeones

La corona de la apasionante justa beisbolera 2017-2018 llegó a la alforja de trofeos del equipo Águilas Cibaeñas por vigésimo primera ocasión. Culmina con fiestas en la colectividad aguilucha una competencia invernal caracterizada por el elevado nivel deportivo de los participantes, motivo de orgullo para la nación. Águilas y Licey llegaron al tramo final concitando más entusiasmo que otras veces. Ofrecieron un duelo digno de la fanaticada.

La excelente enseña amarilla merece una cálida felicitación, deseando que a este triunfo agregue el galardón por el que pasan a competir en México en el marco del gran choque de titanes que constituye la Serie del Caribe. Acuden con la bandera tricolor en manos en busca de nuevos honores. Queda el país representado por una pléyade de los peloteros que mostraron ser mejores.