PRSC: un pequeño paso precursor de un gran salto

PRSC: un pequeño paso precursor de un gran salto

Emulado por la expresión del primer terrestre al pisar la luna, el astronauta Neil Armstrong- “un pequeño paso para el hombre pero un gran salto para la humanidad”- los resultados de la Asamblea del PRSC recientemente celebrada constituyen un paso, ciertamente pequeño para quienes aspirábamos una presidencia más independiente del Gobierno, que puede impulsar un gran salto: restablecer “un PRSC fuerte para que la democracia dominicana sea mejor” como predicara el forjador de nuestro reformismo.

Partiendo de encomiar que la Asamblea fue finalmente celebrada sin que “la sangre llegara al río” como muchos vaticinaban o temían. La misma fue celebrada satisfactoriamente bajo la debida supervisión de la JCE y la magistral conducción del presidente en funciones del PRSC, Joaquín Ricardo, como correspondía; quien disipó temores con su iniciativa de contar individualmente la votación de asambleístas, dando un ejemplo digno de emulación.

Los reformistas debemos interpretar adecuadamente el seguimiento que concitó la Asamblea en la nación a través de la atención de los medios y en cada conversación ciudadana expresada a cada paso. Debemos interpretar que el PRSC no está tan exánime como nuestros adversarios pretenden hacer creer interesadamente y que la ciudadanía quiere reformismo. Que está latente y revestido de expectante fuerza cinética con capacidad para efectuar aportaciones para una democracia eficaz y eficiente, social y económicamente. Estos preludios sirvieron de marco a una Asamblea condicionante del agrupamiento previo de sectores de comprobados posicionamiento interno – Antún, Morales, Genao – quienes lograron un primer consenso sinérgicamente efectivo capaz de enfrentar exitosamente otras propuestas; mientras los sectores antagónicos se presentaron a la Asamblea dispersos y contradictorios– intentando integrar personeros desposeídos del apoyo dispuesto originalmente, carentes de inventario preciso de seguidores, con discursos desintonizados con los precedentemente pronunciados- conformando una sinergia negativa incapaz de enfrentar exitosamente el monolítico primer consenso, determinando el retiro de nominaciones que lo adversaron y precipitando el amplio consenso triunfador. De esta dinámica emanaron autoridades con fuerza suficiente para dar un gran salto que aspiran reformistas y esperan ciudadanos: recuperar la identidad reformista. Las primeras declaraciones del presidente electo apuntan hacia ese salto. En su discurso rebatió a quienes insinuaron su inclinación a las alianzas. Posteriormente metaforizó con guaguas- “una llena, otra averiada”- alusivos al PLD Y PRD. Prometió espacios para los no ganadores ratificándolo ulteriormente al abogar por un PRSC inclusivo, de unidad y conciliación, necesitado de cambios para su rescate a implementar por jóvenes con “lo mejor de lo viejo”.

Declaraciones conformantes del gran salto hacia la recuperación de preferencias electorales del PRSC hasta alcanzar, institucionalmente, ser determinante del diseño de políticas mejoradoras de nuestra democracia.

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