Una gran alfombra verde de lilas, y toneladas de desechos sólidos represan el río Ozama contra el puente Flotante que comunica al Distrito Nacional con Villa Duarte, en Santo Domingo Este, lo que a su vez provoca que las aguas de este caudal se expandan por el barrio La Ciénega.
Brigadas de la Armadas Dominicana, prácticamente a manos peladas, hacían esfuerzos por despejar las lilas y los desechos sólidos acumulados, que debido a la presión dificultaba la labor.
La labor que deberían desarrollar equipos como retroexcavadoras y otras maquinarias modernas las hacían dos brigadas con machetes y otros instrumentos rudimentarios, por lo que tardarían semanas para despejar los desechos.
Según los brigadistas, la alfombra de lila y de desechos sólidos represados por el Puente Flotante correspondían al río Isabela, ya que hasta el mediodía de ayer todavía no habían bajado los del Ozama.
Explicaron que debido a la fuerza de la corriente del Ozama los desechos se compactan, lo que hace más difícil su retiro.
De acuerdo a los obreros, el colchón de desechos sólidos y lilas tiene varios pies de profundidad, por lo que se camina sobre ella sin ninguna dificultad.
Yonany Guzmán, experto ambiental y dirigente de la Fundación Comunitaria de Saneamiento Ambiental Guandules, La Ciénega, Guachupita y 27 de Febrero (Fucosaguscigua27) atribuyó la cantidad de desechos en el puente Flotante a las cañadas sin limpiar que entran al río Isabela desde Santo Domingo Norte.
Explicó que ríos y cañadas como Yaguasa, que recorre amplias comunidades de Santo Domingo Norte y desemboca en el Isabela por el Parque Mirador Norte, son fuentes de transmisión de toneladas de desechos y aguas residuales.
De igual modo, las cañadas que van desde la altura del kilómetro 9½ de la autopista Duarte, Los Ríos y otras que también descargan en el Isabela, que a su vez deposita en el río Ozama y desde ahí al litoral de Santo Domingo.
Guzmán lamenta que en vez de que esos desechos sólidos sean retirado en camiones desde el Puente Flotante, las brigadas de la Armada lo que hacen es abrir las barcazas para que sigan hacia el litoral, en donde se hace más difícil su recolección.
Sugiere al Ministerio de Obras Públicas y a la Dirección de Dragas de la Armada Dominicana abrir el Flotante cuando hay pronósticos de aguaceros para evitar que este se conviertan en represa del Ozama y cause daños materiales.
Guzmán señala que las aguas no causaron daños en La Ciénaga, Los Guandules y otros barrios cercano, por el trabajo de prevención que desarrollaron con limpieza de imbornales, cañadas y recogidas de basura.