La liberación total de impuestos tributarios y arancelarios durante 30 años para los empresarios extranjeros y criollos que inviertan en la región Sur sería una real alternativa para atraer grandes inversiones en la zona, lo que llevará prosperidad y bienestar a los residentes, así como a la creación de riqueza. Además, deberán tener facilidades financieras en la compra de terrenos estatales para la edificación de infraestructura.
Vencido el período, entonces se haría un desmonte paulatino en aquellos inversores que obtengan grandes utilidades en sus negocios y dependiendo el nivel del valor agregado que hayan alcanzado. Pero se requiere la construcción de las infraestructuras necesarias en la medida que inicien las inversiones.
Las iniciativas, que deberán estar enmarcadas bajo una ley especial, impactarán en forma favorable en el desarrollo sostenible del Sur, especialmente de la región Enriquillo, que es la más vulnerable.
Tengo la certeza de que el Suroeste alcanzaría el desarrollo sostenible y por ende todo el Sur del país, pese a los grandes obstáculos que hoy se enfrentan, sobre los cuales los nativos entienden que serán superados en el corto plazo siempre que se ejecuten las iniciativas adecuadas.
Las miradas se dirigen hacia la construcción de infraestructuras vial y hotelera, así como la puesta en operación a plena capacidad del aeropuerto internacional de Barahona y la edificación de otro en Pedernales.
Las inversiones públicas podrían ir desarrollándose paralelamente con la edificación de las infraestructuras, como hoteles, aunque entendemos que el interés del sector privado es ver la acción del Gobierno para entonces iniciar sus obras. El turismo es básico para generar riqueza y sacar de la pobreza a las personas del sur.
El presidente Danilo Medina ha mostrado receptividad en el desarrollo del Sur.