¿Qué queremos? ¿Impuestos o deudas? ¿Avance o retroceso? ¿Desarrollo o atraso?
Si queremos continuar con la expansión de la economía bajo un panorama de estabilidad macroeconómica, con baja inflación y con inversiones en los sectores social y agropecuario, y mirando hacia un desarrollo sostenible, necesariamente que se debe reflexionar con objetividad sobre lo que deseamos.
El país debe continuar su desarrollo, con la evolución de una economía hacia mejores niveles de vida, con endeudamiento o con aumento de impuestos, para continuar manteniendo la expansión del Producto Interno Bruto, hacia la generación de empleo y la creación de riqueza, es ahí que se debe mantener la ejecución de un presupuesto equilibrado para el 2019.
El proyecto de Presupuesto General del Estado para el 2019 establece un monto de RD$921,810.6 millones, el gasto corriente proyectado es de RD$643,906.8 millones y el gasto de capital de RD$121,549.1millones, mientras que el resto de las erogaciones estarían destinadas a amortización de deuda pública, aportes de capital a entidades nacionales e internacionales, pago de membresías en atrasos a organismos internacionales, sentencias condenatorias de los tribunales de la República y pagos por concepto de expropiaciones.
La pieza contempla disminuir el déficit fiscal de 2.2% del PIB a 1.7%, lo cual representa la reducción más ambiciosa que se haya propuesto en los últimos cinco años. No contempla la creación de nuevos impuestos, pero tampoco reducción de las exenciones tributarias, que costarían a las cuentas fiscales RD$220,867.8 millones.
Si no queremos nuevos impuestos, entonces para mantener la economía en crecimiento se debe recurrir al endeudamiento o volver al retroceso, al atraso. Se estima que la presión tributaria en el 2019 no alcanzaría ni siquiera el 15%.