Al margen de las recomendaciones para reajustes fiscales y económicos variados, la agenda del Fondo Monetario Internacional (FMI) también impulsa la privatización del patrimonio de los Estados, con la cual los gobiernos podrían reducir su déficit y deuda públicos sin obstaculizar el crecimiento.
En el estudio “Un panorama mundial de la riqueza pública” sobre los activos públicos, elaborado por los técnicos Jason Harris, Abdelhak Senhadji y Alexander F. Tieman, se plantea que cuando los gobiernos conocen lo que poseen, pueden hacer mejor uso de ellos para el bienestar de todos sus ciudadanos.
Las economías avanzadas tienen balances más elevados en comparación con los mercados emergentes y los países en desarrollo de bajo ingreso. Esto refleja el tamaño de sus sectores públicos, que generalmente proveen más infraestructura y servicios. Pero las economías avanzadas también tienen mayores pasivos y, en promedio, un menor patrimonio neto.
Se presenta un análisis de un grupo de naciones sobre los tipos de activos que poseen, como tierra, edificios, efectivo y participaciones de capital, así como los pasivos, tales como deuda, préstamos y pensiones, e incluso, proporcionan los datos a nivel de gobierno y sociedad tanto financieras como no financieras.
Las reservas naturales aún no extraídas también forman parte de esos activos, y eso es algo que reviste particular importancia para los países ricos en recursos naturales. Pero también se incluyen las empresas estatales, como los bancos públicos y, en muchos países, servicios públicos como las compañías de agua y electricidad.
Los activos totales del sector público en los países cubiertos en el estudio se sitúan en US$103 billones, lo cual equivale a 216% del PIB. Esos activos comprenden infraestructura pública, como puentes y carreteras, activos financieros como depósitos bancarios, así como reservas de recursos naturales aún no extraídos.
Los pasivos totales ascienden a US$93 billones. Esta suma comprende aproximadamente US$44 billones de deuda del gobierno general, pero también incluye US$22 billones de compromisos corrientes en concepto de pensiones y la deuda de empresas estatales. El patrimonio neto —activos menos pasivos— llega a US$10 billones, suma equivalente a 21% del PIB de este grupo de países. El objetivo de saber más acerca de lo que se posee y lo que se adeuda es evaluar mejor los riesgos fiscales y las políticas gubernamentales.