Es necesario buscar alternativas económicas y viables urgentes que permitan desarrollar proyectos para el uso de los desechos sólidos con fines energéticos ante la proliferación de vertederos en todo el país sin ningún tipo de control, afectando así el medio ambiente y amenazando el surgimiento de brotes epidémicos.

Sacarle provecho a la basura es un reto que han asumido muchas industrias del mundo en los últimos años. Uno de sus objetivos es evitar que los desechos sólidos, que se acumulan en rellenos sanitarios, liberen altas cantidades de gas metano, una causa directa del calentamiento global.
Aunque creemos que es muy elevada la inversión de 500 millones de dólares, en su primera fase, en una moderna planta por parte del Cabildo de Santiago para reciclar los desechos sólidos y producir 80 megavatios de energía limpia, es un buen inicio para alcanzar una solución a la problemática de la basura.
Sin embargo, en momentos en que anuncian ese proyecto, surge un gran interés de instalar un vertedero de basura a pocos metros del río Haina. Se impone buscarle una salida científica permanente al problema sin improvisación.
Existen diferentes métodos que pueden adoptarse para la basura, siempre buscando el más económico, factible y rentable para lograr el retorno de la inversión, y que garantice un medio ambiente sano para beneficio de la población.