¿Qué hay detrás del Banco León?

¿Qué hay detrás del Banco León?

Una de mis pasiones es ver cómo buenos mercadólogos o publicistas logran sus objetivos empleando las técnicas que la experiencia va dejando en la medida que la sociedad vive en decurso de su historia. Las técnicas y el arte de aplicarlas, que es tan importante como ellas mismas.

Por eso mi admiración por los estrategas que trazan el camino de E. León Jimenes en su accionar sobre el mercado. Son muy buenos, pues saben mirar al mañana desde el hoy sin dejar de poner también la cara hacia el pasado para aprender de él. Esa doble cara del viejo dios Jano que inventaron los antiguos romanos.

Un buen ejemplo es el caso del Banco León, lanzado por E. León Jimenes luego de comprar al Banco Nacional de Crédito o Bancrédito, que es como más se conoció. Ellos habían creado antes el Banco Profesional como una marca táctica, que operó siempre en un bajo perfil, con discretísima presencia en el mercado bancario. Tan inteligentemente actuaron los hermanos León Asencio y sus asesores estratégicos que en vez de fundir ambos bancos y dejarle el nombre de Bancrédito o el de Profesional, crearon un nuevo nombre. Un nombre que se adapta perfectamente a lo que llamamos su imagen corporativa. Su marca de grupo. Su brand umbrella, como dirían los luases del marketing norteamericano.

Y eso es acertado comenzando porque una de las cosas más importantes para poner el nombre a algo es la música. Y el nombre Banco León tiene buena música, buen ritmo, suena bien, es simple, directo, elegante. Además, el significado que en el mundo y en nuestro país tiene el león, como animal. Es el rey de la selva, aquel con el que se identificaban los faraones que posiblemente eso sea lo que signifique la palabra faraón en la lengua del antiguo Egipto. Es símbolo de fuerza, de acción. Tan admirado que nuestro Palacio Nacional ostenta dos leones en su entrada, puestos allí por Trujillo, que fue como todos admirador de la hermosa bestia. Además, ha dado nombre a la probablemente más prestigiosa y mística organización empresarial del mundo: el Club de Leones.

La campaña publicitaria ha sido tambíén manejada con inteligencia. «Razón para creer» ha sido su slogan, y es lo mejor para este momento en que la gente está dudando de los bancos como consecuencia de la amarga experiencia que se ha vivido recientemente. También aquí el nombre León juega un papel importante, porque la rázón para creer no es otra cosa que la solidez del grupo E. León Jimenes como propietario del banco.

Lo único que no me ha parecido correcto es el boxeador en la campaña publicitaria, que a mi entender no comunica de la mejor forma la idea de la recuperación después de la caída. Debido a que casi siempre el boxeador que pierde, la gente no piensa en posibilidades de recuperación. El símil no fue bien escogido.

Pero la parte más importante de este hecho mercadológico del surgimiento del Banco León es que el grupo León se ha dedicado durante años al comercio con productos alcohólicos y de tabaco. Se sabe que en el mundo hay una tendencia fuerte contra ellos. Especialmente contra el cigarrillo. A tal punto que en muchos países incluído el nuestro ya los dueños de esos productos han sido obligados por la Ley a ponerles un letrero diciendo que fumar o tomar alcohol es perjudicial a la salud, aparte de que en las empresas se ordena a empleados y funcionarios no fumar en las oficinas.

Eso significa que ese es un negocio que a largo plazo corre el peligro si no de desaparecer, por lo menos perder importancia en el mercado, ya que sus propietarios llevarán un cargo de conciencia y el ataque de los ecologistas, los naturistas, médicos, psicólogos y de la sociedad en general. De modo que ya E. León Jimenes ha empezado su estrategia de expansión a otras áreas de mercado. Y un buen comienzo es el Banco León. De modo que detrás de él está esa excelente visión estratégica.

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