¿Qué les queda a los/as jóvenes?

¿Qué les queda a los/as jóvenes?

Millizen Uribe

Ser joven hoy en República Dominicana es quizás una de las condiciones más adversas para aspirar a una vida con oportunidades, libre de violencia y de exclusiones sociales, económicas y políticas.
Esto, de entrada, contradice la idealización de esta etapa en la vida del ser humano, considerada como un “divino tesoro”, y que supone formación y desarrollo para, una vez alcanzada la madurez biológica, cosechar lo sembrado y poner en práctica lo aprendido.
Sin embargo, ¡Cuán difícil es el camino hoy para los/as jóvenes dominicanos! Máxime para aquellos que han nacido ya víctimas de la pobreza y residen en barrios marginados del país.
Para ellos nada vale habitar en la nación que, de acuerdo a datos del Banco Central dominicano, ostenta el mayor crecimiento económico de la región, alcanzando un 6.9% en lo que va de año.
Para ellos es difícil acceder a trabajo y a estudio, que más que metas típicas de la juventud han de ser derechos fundamentales.
No obstante, un estudio del Banco Mundial, publicado este año, da cuenta que más del 21% de los jóvenes dominicanos entre 15 y 24 años se ha quedado fuera del sistema educativo y vida laboral, cifra mayor al promedio regional. Se trata de los llamados “Ninis”, un término despectivo que deriva de la frase “ni estudia ni trabaja” y que debería ser motivo de vergüenza y reflexión social.
El Observatorio del Mercado Laboral Dominicano contabiliza en 624 mil 604 las personas con edades comprendidas entre 10 y 34 años que se encuentran dentro de esta categoría.
Si continuamos considerando cifras, tendremos que referirnos también a campeonatos negativos que exhibimos en temas como embarazos en adolescentes y uniones tempranas, conocidas como matrimonios infantiles, donde también República Dominicana casi duplica el promedio latinoamericano.
¿Qué esperanza? ¿Qué proyectos de vida pueden diseñar, desarrollar y encarnar estos jóvenes que no estudian, no trabajan, se casan y tienen hijos tan jóvenes? ¿Dónde pueden cifrar sus ilusiones? ¿En el enriquecimiento ilícito rápido e impune del quehacer político?
Si dicen que la juventud es el presente y futuro de una nación. ¿Qué futuro le espera a la República Dominicana cuando una parte importante de su población económicamente activa no está educada, está desempleada, son madres y padres adolescentes, y, como indica un estudio del proyecto Alerta Joven, incurren muchas veces en actos delictivos?
¿Políticas públicas? ¿Desarrollo del país? ¿Progreso colectivo?
Al parecer los/as jóvenes dominicanos no tienen quien les escriba y al excluirlo a ellos se excluye en realidad a parte importante de la sociedad y, lo que es peor, se empaña la fe en el porvenir del Estado dominicano, al menos en uno Social Democrático y de Derecho.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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