Asumir una vida con propósito es más que comer y trabajar. Es más que vestir y suplirse necesidades básicas, donde algunos a puros empujones logran mínimamente satisfacerlas; mientras otros, – las mayorías- se quedan en pobreza y, ni hablar, de los que nunca logran nada, viviendo en pobreza extrema. En ese pendular hay gente que se organiza, planifica y se propone objetivos, metas, propósitos de forma equilibrada, pero sobre todo, propósitos que se puedan alcanzar, para no entrar en el mundo de los ilusos, soñadores e idealizadores de fortunas inalcanzables.

Al finalizar un año, se debe sacar la lista de lo que se propuso lograr al inicio del 2013. Un año en términos colectivos para reflexionarlo: El 42% de la gente sigue siendo pobre, el 20% solamente alcanza el 4% del PIB, y el 47% de la población se queda con la mayor riqueza producida. La brecha entre los que tienen más y los que tienen menos aumentó. La clase media ha visto descender su calidad y calidez de vida en término de educación, salud, alimentos, servicios básicos, recreación y bienestar social. Ocupamos la quinta posición en país más violento de Latinoamérica.

Ha aumentado la violencia social, la inseguridad, la disfunción familiar, los divorcios, y las problemáticas en Salud Mental. Ahora, reflexiones en términos Individuales ¿Qué ha logrado en este año 2013? Busque su lista para reflexionar: en salud, en educación, familia, en inversión, en ahorro, mudanzas, viajes, pareja, espiritualidad, relaciones y espacios significativos, autoestima, motivación, calidad de vida, alegría, bienestar y felicidad. Una persona madura y reflexiva siempre se propone una vida asumida con varios propósitos, con las tres E: equilibrio, equidad y eficacia. Crecer en una sola dirección no es inteligente. Existir para tener momentos felices, tampoco resulta ser eficaz. La clave es buscar los resultados de este año de forma tangible, lo que se puede evaluar como logro, en todos los órdenes y en diferentes direcciones.

Aprender a ser prudente, ponerse límites y tener espacio de soledad productiva, es bueno y saludable. Piense de verdad si este año 2013, su salud mental ha mejorado y ha aumentado sus factores protectores. Ninguna persona realizada y de sentido transcendente se deja conquistar por el consumo, la vanidad, el hedonismo, ni la gula del mercado. Aquellos(a) que pierden la libertad y son esclavos de algunos vicios o dependiente de una conducta o actividad, no pueden ser libres ni felices. Siga pensando, ¿qué he logrado? ¿A quién he motivado? ¿A quién he hecho feliz o le he dado la oportunidad para alcanzar sus propósitos? Siempre es inteligente hacer la medición del logro de un año; pero también, en mucho más sabio y funcional, poder establecer qué no he logrado. De la lista que se propuso algunas cosas no se lograron, hay que determinar el por qué: desmotivación, indisciplina, inconsistencia, miedo y temor al riego, obstáculos, falta de atención, cambio de estrategia, etc. Al final, en cualquier circunstancia le recomendaría no culparse, ni victimizarse, ni se quede atrapado en las emociones negativas. Empiece a organizar el 2014.