Qué se dice

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Claudio Acosta

La brecha se agranda.– Dice el Ministro de Medio Ambiente, Bautista Rojas Gómez, que todavía sigue a la espera del informe final que pagó ese ministerio al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para determinar si Loma Miranda puede ser declarada Parque Nacional o si se permite su explotación minera.

La afirmación del Ministro, quien visitó el pasado martes el Senado para reunirse con los miembros de la comisión que estudia el proyecto de ley, que ya aprobaron los diputados, que declara Parque Nacional a Loma Miranda, habrá sonado como música a los oídos de los ejecutivos de Falcondo, pero de seguro también disparó las alarmas de quienes se oponen a su explotación.

En ese encuentro el Ministro de Medio Ambiente no solo dejó en claro que la brecha para permitir la explotación de Loma Miranda sigue estando abierta, sino que también dio seguridades de que en ese caso el gobierno hará “lo que más le conviene al país”. ¿Y qué es lo que más conviene? ¿Que se permita que Falcondo la explote y salve a Bonao del inminente colapso económico que pronostican los catastrofistas? ¿O que se le declare Parque Nacional, como ya hizo la Cámara de Diputados, y se preserve como un patrimonio ecológico de las futuras generaciones de dominicanos? Porque una cosa es lo que le conviene a quienes nos han mal gobernado en estos años de imperfecta democracia, que casi siempre resulta ser lo que más rápido engorda sus bolsillos y los de sus socios de ocasión, y otra muy distinta lo que le conviene al resto del país, que por cierto somos la mayoría, aunque todavía no hayamos aprendido –para suerte de los políticos– a utilizar esa fuerza en nuestro propio beneficio.

Loma Miranda es una excelente oportunidad para ejercitarnos en ese aprendizaje, imprescindible para que los ciudadanos podamos sacar mejor provecho a la democracia en que vivimos, pues todo indica que las batallas por su defensa y preservación apenas empiezan.

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