De fidelidad, condones y Sida.- En el tintero se me había quedado un comentario que quería compartir con ustedes, a propósito de recientes declaraciones del doctor Víctor Terrero, Director del Consejo Nacional para el VIH, recomendando a las mujeres casadas que exijan a sus esposos el uso del condón debido a los altos niveles de infidelidad que se reportan en la población masculina dominicana. Según el doctor Terrero lo ideal, por ser lo más eficaz, para evitar el contagio del Sida es la fidelidad, pero reconoce que la realidad en este país, lamentablemente, ayuda muy poco, lo que ha contribuido a que la epidemia se feminice de manera agresiva porque los esposos llevan el virus de contrabando al seno de la intimidad familiar. El pesimismo conque aborda esa cara del problema el doctor Terrero, quien también llamó a la iglesia a coordinar una política de distribución de condones con las organizaciones, organismos internacionales e instituciones estatales para poder lograr mejores resultados en la prevención de la epidemia, inspiró la pregunta que me atreví a formular en voz alta, casi como una provocación ¿Es el hombre dominicano patológicamente infiel? Si le preguntan a las mujeres probablemente respondan al unísono de manera afirmativa, como ocurrió en la redacción de este diario, donde son decisiva mayoría, por lo que un servidor se dio cuenta muy pronto de que llevaba claramente las de perder en una discusión en la que solo trataba de salvar lo que queda el honor y la integridad del macho criollo. Tal vez por eso, en medio de la desesperación y definitivamente acorralado por la contundencia de sus argumentos y razones, algunas de ellas sazonadas y reforzadas con experiencias personales, solo atiné a preguntar. ¿Y en este caso no aplica la famosa presunción de inocencia? Me miraron como si me quisieran matar, y no tuve mas remedio (por si acaso) que dar la discusión por terminada.