Qué se dice

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Claudio Acosta.

El pararrayos.- La preeminencia de Gustavo Montalvo en el gabinete del presidente Danilo Medina, que desde el principio ha levantado ronchas tanto dentro del PLD (recuérdese la andanada de Franklyn Almeyda Rancier acusándolo de abrir las puertas del Palacio Nacional a sectores que tratan de dañar las relaciones entre el gobierno y el partido morado) como entre sus aliados, y no solo políticos, mas beligerantes, lo han convertido en una especie de pararrayos del que se aprovecha gente que no le perdona sus vínculos con la sociedad civil, donde ciertamente tiene grandes amigos y colaboradores. La crisis provocada en nuestras relaciones con el vecino Haití a causa de la controversial sentencia del Tribunal Constitucional, que como ya todos sabemos ha merecido la repulsa de la comunidad internacional y colocado a la República Dominicana en las cuatro esquinas del mundo civilizado, ha exacerbado el encono y la animadversión de esos sectores, que lo acusan de ser la mente maestra detrás de la invitación al país de la delegación de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), pero también de “convencer” al presidente Medina de que acoja sus recomendaciones. Pero tal vez olvidan esos críticos y francotiradores que cuando enfilan sus cañones hacia el Ministro de la Presidencia, sobredimensionando su influencia sobre las decisiones que toma o habrá de tomar el presidente Medina, lo que están haciendo es menospreciar la inteligencia del mandatario, su firmeza de carácter y sus habilidades de estadista, al pintarlo como un pelele sin voluntad ni criterio propios al que un ministro de confianza maneja a su antojo. ¿O será que eso es lo que piensan en realidad y no encuentran otro modo de decirlo?

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