La advertencia de Melanio.- Melanio Paredes, uno de los más lúcidos críticos del PLD que se convirtió en un exitoso partido de masas, advierte que el clientelismo y el grupismo están empujando al partido oficial hacia una crisis de difícil solución, tal y como ocurre con el PRD, agrego yo, al que la intransigencia de sus dos principales líderes ha colocado al borde de una nueva crisis divisionista. Y se preguntó, el exministro de Educación, qué ocurriría, de seguir las cosas como van, cuando llegue el momento de elegir las candidaturas nacionales, congresionales y municipales de cara a las elecciones del 2016, cuando estará en juego el control de los principales poderes del Estado. La advertencia de Melanio debería, a partir de lo ocurrido con la elección de los miembros del Comité Central, disparar las alarmas del Comité Político, al que como máximo organismo de dirección del partido oficial corresponde enderezar el rumbo, enmendar los errores de método que han desatado los demonios del rampante clientelismo que ha motivado a importantes dirigentes peledeístas (ayer le tocó el turno al doctor Euclides Gutiérrez Félix) a invocar el cuco del PRD, el espejo en el que los peledeístas detestan mirarse pero al que cada vez se parecen más.

Indolencia.- ¿A quién corresponde regular la forma en que se transporta dinero y valores? La pregunta anda rondando mi cabeza desde que me enteré que los RD$38 millones que se llevaron varios hombres fuertemente armados tras perpetrar un espectacular asalto en la autopista Duarte, eran transportados en un minibús custodiado por tan solo dos hombres y sin las medidas de seguridad que deben rodear el manejo y traslado de tanto efectivo. Y aunque, en principio, escandaliza ver tanto descuido tratándose de una suma de dinero tan cuantiosa, no deberíamos sorprendernos en un país donde impera la cultura del ná é ná y la indolencia ha devenido en política pública.