Qué se dice

Qué se dice

Claudio Acosta.

Con todo respeto.- No está en mi ánimo llevarle la contraria a un Presidente de la República, mucho menos a uno que por llamarse Danilo Medina goza de tan buena aceptación entre sus gobernados, pero resulta demasiado difícil de tragar su reciente afirmación de que el Plan de Seguridad Democrática “está dando resultados… y muchos”. Y la razón es tan sencilla como evidente, y basta abrir los periódicos para saber a qué me refiero. ¿Cómo convencer de esos resultados a los residentes en el sector Savica de Villa Faro, en Santo Domingo Este, donde los delincuentes han impuesto el terror? Y menos después de lo que ocurrió allí el pasado lunes en la noche, cuando esos mismos delincuentes asesinaron a balazos a Víctor Félix Espinosa Capellán y a su vecino, Rafael Antonio Hernández, luego de que salieran en auxilio de la esposa del primero, a quien le arrebataron la cartera justo en la puerta de su casa. Es probable que el presidente Medina tenga en su poder las estadísticas que “prueban” que, desde que se inició la aplicación del Plan de Seguridad, se ha registrado un significativo descenso porcentual en los índices de criminalidad, pero esas estadísticas son irrelevantes cuando se sufre en carne propia, con una frecuencia que espanta, los desenfrenos de una criminalidad desalmada que no siente ningún respeto por la vida humana. Lo que ocurre con Villa Faro y sus residentes se reproduce, con la virulencia de una infección muy agresiva, en otros barrios y sectores a todo lo largo y ancho del país, a los que tampoco será fácil de convencer de esos resultados, simple y sencillamente porque no los han visto ni los han sentido. Insisto: no es mi interés llevarle la contraria al presidente Medina, pero mientras los delincuentes sean los amos y señores de las calles y a cualquiera lo maten para arrebatarle un celular o una cadenita de oro hablar de que el Plan de Seguridad Democrática está funcionando se parece demasiado a una burla.

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