Sobre la impunidad

Sobre la impunidad

– La  impunidad peledeísta, lo sabemos por experiencia, tiene muchas formas de expresarse, unas tan descaradas que indignan, como tomar por asalto las  Altas Cortes para que sus corruptos favoritos   puedan librarse de todo mal, otras tan perversas que asustan, como  convertir  el Congreso Nacional  en cómplice  y amanuense de la rapacidad  sin límites del Poder Ejecutivo,   precisamente lo que nos están mostrando los reportajes que  publica El Día sobre la forma  en que se aprobaron los préstamos para las obras que construyó aquí Odebrecht. Por eso no es difícil coincidir con quienes definen el acuerdo entre la Procuraduría General y la constructora brasileña, en el que se renuncia a perseguir a sus funcionarios y a investigar la previsible sobrevaluación de las obras que construyó, como otro esfuerzo por preservar ese clima de impunidad tan favorable a  nuestra clase política y sus socios. No hace falta ser un jurista experto para darse cuenta de todo eso   al leer por arribita ese acuerdo, como tampoco es necesario para atreverse a señalar   quién será el primer pato que será lanzado al agua, pues el documento, para facilitar las cosas,  incluye  su nombre y apellido: Ángel Rondón, enlace comercial de la constructora en el país, y quien desde el principio ha sido identificado como la persona que recibió y repartió los 93 millones de dólares que  admitió haber pagado como sobornos  a intermediarios y funcionarios dominicanos. A mas tardar el próximo 19 de mayo, según el acuerdo, recibirá la Procuraduría  la lista de los sobornados que se presume le harán compañía. Pero desengáñese, querido lector; no estarán todos los que son y  merecen compartir la suerte de quien también ha sido identificado  como el mítico   hombre del maletín. Y contra eso, contra la impunidad   institucionalizada que protege a los corruptos de ayer, hoy, mañana y siempre, pero que también puede darse  el lujo  de sacrificar, cuando es necesario,  unos cuantos chivos expiatorios,  hay que seguir luchando.

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