Es mucho lo que se ha comentado y sazonado la cena que ofreció el Ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, a 25 senadores que se identifican con el presidente Danilo Medina. El encuentro, que según la denuncia de Franklyn Almeyda se convocó para tratar el tema de las primarias y la eventual reelección del mandatario, ha elevado las tensiones en el PLD, pero también ha puesto en evidencia, si asumimos que los senadores que asistieron son una muestra representativa de la actual correlación de fuerzas en el partido de gobierno, el claro predominio del danilismo, que también es mayoritario en el Comité Político. Por eso hay analistas que le reprochan al doctor Almeyda el “error” de evidenciar, con su denuncia, el poco respaldo conque cuenta su líder, el expresidente Leonel Fernández, en el Senado de la República, quien de seguro lo atribuirá a que ya no es quien reparte los “sobrecitos” con los que quiso ilustrar la naturaleza de la “lealtad” hacia un Presidente de la República en este paisaje tropical. Por eso podría ser también un error sobrevalorar la relevancia de esa cena y sus asistentes, aunque tampoco debemos tragarnos el cínico argumento del senador por La Vega, Euclides Sánchez, de que si Leonel convoca un acto similar en lugar de 25 asistirían los 29 senadores peledeístas. Porque tal y como están las cosas en el PLD eso no se lo cree nadie, pues si el propio senador vegano armó un alboroto grandísimo porque Leonel se reunió con peledeístas disgustados, el danilismo que ayer tiró la piedra y hoy esconde la mano lo acusará hasta de tratar de tumbar el Gobierno si se entera de que anda reuniéndose con senadores, sin importar si son muchos o son pocos. Y si creen que exagero, solo acuérdense del “quirinazo” que sacó a Leonel de la carrera por la candidatura presidencial y coronó la estrategia reeleccionista, sin duda exitosa, que volvió a sentar a Danilo en la goloseada “silla de alfileres”.