Si hay un lugar donde se expresan, en toda su crudeza, los niveles de confrontación que ha alcanzado la pugna entre danilistas y leonelistas es la ciudad de Santiago, la Hidalga de los 30 Caballeros, donde ayer el director general del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (CORAASAN), Silvio Durán, acusó al alcalde Abel Martínez, con quien mantiene un enfrentamiento por una supuesta deuda con el cabildo que se niega a reconocer y pagar, de crear conflictos por asuntos meramente políticos. Según el señor Durán, el alcalde, seguidor del expresidente Leonel Fernández, le guarda resentimiento político y rencor personal porque en la pasada campaña electoral decidió respaldar las aspiraciones a la alcaldía de Ramón (Monchy) Rodríguez, actual director de Pasaportes y hombre cercano al presidente Danilo Medina. La respuesta del ayuntamiento de Santiago, enviada desde el exterior a reporteros de Hoy por su vocero Fernando Ramírez, no se hizo esperar, y su tono y contenido solo servirán para echarle mas leña a un conflicto que ya se prolonga por varios meses sin solución a la vista: “Lo que hay es un desfalco vulgar a los dineros del ayuntamiento de Santiago de parte de Silvio Durán y cobardemente se escuda en esas tonterías, propias de una mente enferma”. Desde luego, un conflicto de ese calibre entre el ayuntamiento y el acueducto nunca tendrá, por mas que se insulten y contra insulten sus incumbentes, un claro ganador, pero sí muchos perdedores: los munícipes de la ciudad de Santiago, la Hidalga de los 30 Caballeros, que tienen que sufrir el altisonante pleito de comadres de sus autoridades. Y todo eso está ocurriendo porque los peledeístas, que se están matando como perros y gatos por la candidatura presidencial del 2020, han convertido sus querellas internas, como ya hicieron antes los perredeístas con fatales consecuencias para ellos y la propia democracia dominicana, en asuntos de Estado.