“Lamento el negativo retiro de los senadores. Nunca, nunca en 36 años de trabajo institucional una parte del PLD se había retirado”. Las palabras del senador por la provincia Sánchez Ramírez, Arístides Victoria Yeb, exponen con clarividente elocuencia los alcances y repercusiones que tendrá, a lo interno del partido de gobierno, la decisión del Senado de la República de aprobar en primera lectura la Ley de Partidos con la modalidad de primarias abiertas y simultáneas, lo que provocó que a la hora de votar se retiraran del hemiciclo los seis senadores que siguen al expresidente Leonel Fernández, lo que también hicieron los dos senadores del PRM. Muchas otras cosas, que nunca antes habían ocurrido en el PLD, seguirán pasando de ahora en adelante, pues el intento de imponer las primarias abiertas contra viento y marea solo puede explicarse desde las pretensiones reeleccionistas del presidente Danilo Medina o, en su defecto, desde la necesidad de crear condiciones mas favorables para un pupilo o ungido que necesite el auxilio del voto extrapartido, sobre todo del que puede comprarse a papeletazo limpio. Obviamente, su aprobación “a la mala” no solo representa una amenaza directa a las pretensiones del expresidente Fernández de regresar el Palacio Nacional, pues como bien señalaba ayer Luis Abinader crearía un clima de crispación e inestabilidad políticas innecesarias y peligrosas para una democracia con tantas falencias como la dominicana. Los promotores de las primarias abiertas y simultáneas tienen todavía que pasar la prueba de la Cámara de Diputados, donde según todos los cálculos no cuentan con los votos suficientes, pero como la intención es lo que realmente cuenta hay que hacer constar aquí que el reeleccionismo acaba de demostrar que está dispuesto a sacrificar al PLD, al sistema de partidos y a la democracia dominicana, si fuere necesario, para tratar de imponerse.