La popularidad del agua alcalina va en aumento. De seguro has oído de ella o te han invitado a probarla por la cantidad de beneficios que puede traer al organismo, pero ¿cuál es el secreto de tan milagroso producto?, ¿en realidad puede provocar mejoras en la salud del ser humano?
El agua alcalina es un tipo de agua ionizada que, según diversos especialistas, actúa como un potente antioxidante natural y tiene la capacidad de ayudar al organismo a eliminar los desechos ácidos que produce el proceso de la digestión.
Esta agua se trata con iones o minerales para aumentar su nivel de pH, es decir, aumentar su alcalinidad.
El agua natural tiene un pH de entre 7 y 8, en la alcalina este es superior. Esta diferencia hace que el líquido contenga más partículas metálicas de sodio, calcio o magnesio.
Bondades. Las marcas de agua alcalina afirman que consumir agua con un pH alto puede prevenir el cáncer y otras enfermedades importantes. La teoría es que el agua alcalina puede combatir los radicales libres, eliminar toxinas y favorecer significativamente a nuestro cuerpo.
También se ha asociado al rápido rejuvenecimiento y el mejoramiento en la elasticidad de la piel, a un proceso digestivo estable, a la reducción de la presión sanguínea y a un mejor rendimiento en general.
Además, se dice que lúbrica los músculos, evitando lesiones o desgarres comunes del ejercicio y las actividades intensas.
“Si vives con una enfermedad como artritis, descubrirás que los dolores y las molestias disminuyen bastante. Tu corazón también se beneficia, ya que puede trabajar correctamente con menor fuerza”, aseguran expertos.
La otra cara de la moneda. Respecto a los grandes beneficios del agua alcalina, existen algunas pruebas que indican lo contrario, las cuales revelan que puede tener un efecto negativo sobre la salud física y el bienestar, o ningún efecto en absoluto.
Muchos investigadores científicos coinciden con que no existe un estudio científico que demuestre al 100% los beneficios del agua alcalina en la salud.
Indican que este tipo de agua no tiene ningún efecto sobre los niveles de pH del cuerpo físico. Después de la ingestión, el agua alcalina es casi inmediatamente neutralizada por el ácido clorhídrico presente en el estómago. Luego de dejar el estómago, el agua se combina con las enzimas pancreáticas, transformando el producto final en un agente alcalino, una vez más.
En un estudio publicado en la Revista de Ciencias de Toxicología, investigadores encontraron que las ratas que bebieron agua alcalina sufrieron de endurecimiento y daño celular de los músculos del corazón. El beber agua alcalina principalmente aumentó las enzimas, los niveles de potasio y peso, causando daños a los corazones de las ratas. Cuando a las ratas se les dio agua del grifo, ninguna experimentó cualquiera de estos cambios.
Otros especialistas no son tan tajantes, señalan que si una persona quiere beber agua alcalina puede hacerlo, pero con moderación. “En caso de que decidas beberla, trata de que no sustituya el consumo de agua natural. La recomendación general es que las personas consuman ocho vasos de agua al día”, aconsejan algunos nutricionistas.
Además, resaltan que si se toma la decisión de consumirla, debe complementarse con una buena alimentación.
Máquinas de agua alcalina. Estas máquinas producen agua alcalina usando agua del grifo mediante un proceso de electrólisis, introduciendo una carga eléctrica a los minerales en el agua.
El agua destilada no puede usarse debido a que no contiene minerales. Las máquinas separan el agua en canales, uno para la que es ácida y otro para la alcalina. Esta última tiene calcio, potasio y magnesio concentrados.