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Sabemos que el camino es muy largo, pero saldremos victoriosos, si conseguimos que las elecciones sean transparentes, ya que la respuesta del pueblo es que quiere elecciones y estas deben ser modernizadas porque los reclamos sociales así lo exigen y en la práctica, el Gobierno tiene que estar a tono con los cambios que piden sindicatos, asociaciones, colegios de profesionales y otras organizaciones en general. El país tiene que cambiar el paternalismo del gobierno por una política de participación y oportunidad para todos, lo que quiere decir que el Estado dominicano, representado por su gobierno, deberá en el futuro cambiar su rol, por lo cual será más complejo de lo que hoy mismo, la forma de gobernar. Lo que tenemos que hacer es trabajar con la ley, porque vivir en un Estado de derecho es el elemento fundamental para conseguir un gran pacto social, que asegure la paz, el desarrollo y el progreso, para esto contamos con la respuesta que ha dado el pueblo dominicano, como ha podido observarse en la reciente encuesta realizada a través de este periódico.
Consideramos que las organizaciones políticas están el deber, y es de su única responsabilidad, precisar sus propuestas electorales y por tanto fortalecer sus propias organizaciones no debiendo responsabilizar ni al gobierno ni a terceros de sus insuficiencias, y debilidades o carencias porque la transparencia del proceso electoral y el reflejo verdadero de la voluntad popular es solo competencia de la Junta Central Electoral a través de sus organismos en las respectivas localidades, y quienes tienen que velar porque no caigamos en una payasada histórica, seamos pues reflexivos, evitemos, repito, la caída de la credibilidad de la clase política y recordemos que la esencia de la democracia es mantener un diálogo abierto y tolerante hacia la realidad y lo importante, al final de todos son las actitudes y las conductas si queremos fundamentalmente que nuestra sociedad no se autodestruya.