¿Quién hablará la verdad?

¿Quién hablará la verdad?

Aalgunos funcionarios del PLD se les ocurren ciertas declaraciones, que parecen producto de su incapacidad y opacidad. Por ejemplo, “se cerrarán las oficinas de detectives que se ocupan del sicariato y serán más de trescientas”. Entonces, el gobierno estaba consciente de las actividades de los sicarios, aceptaban como buenos los servicios que esas oficinas ofrecían y las respaldaban; esto es lo que se ha aceptado por las autoridades; de lo contrario no hubieran hecho tales manifestaciones. Es que siguen manejándose con la mentira. ¿Quién nos podrá explicar lo que está ocurriendo todos estos años de gobierno del PLD?

La historia de estos años de gobierno del PLD puede sintetizarse en la inversión del entusiasmo inicial en una indiferencia rutinaria y burla hacia la sociedad con apoyo en descenso a los marginados y con su despliegue del crimen organizado para sembrar el miedo. Vivimos una especie de pesadilla de la cual salimos decepcionados totalmente y sin saber a qué abstenernos. ¿Qué ha sucedido para que cayéramos tan bajo? Nada embotaría tanto nuestro futuro como ese afán de pasar página sin investigar, por doloroso que haya sido, qué ha ocurrido en estos años.

¿Quién tendrá la culpa de este desorden? ¿El pueblo o los intelectuales que se han mantenido al margen (algunos), porque estos últimos no pueden olvidar que su función consiste en ilustrar a la sociedad sobre su estado real, sin paños calientes, con un discurso esperanzador, pero crítico de la realidad que vive el país.

Hoy los intelectuales han desaparecido por completo de la escena dominicana, salvo contadas actividades nacionales. Es que para disentir se necesita estar armado de los valores esenciales y poseer coraje y consistencia moral. Y aquí, ya falta de todo y los intelectuales se han convertido en personajes sumisos. ¿Será que la desaparición de la prensa independiente, entre otros efectos, temen a lo que viene? La reelección. Hagamos cuenta y veremos que los lectores están ávidos de un debate entre políticos con honestidad, seriedad y principios, y nada más. Y hay gente preparada para esto.

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