El ex vicepresidente Ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) Radhamés Segura, imputado por el caso de los sobornos de Odebrecht, admitió hoy que padece de una enfermedad «delicada» que le ha afectado desde hace mucho tiempo y que en la actualidad evoluciona satisfactoriamente.

Sin embargo, Segura dejó claro que no está pidiendo su libertad pura y simple por esa situación, sino que su petición se fundamenta en que es inocente de los cargos que se le imputan, y como cualquier dominicano en el país tienen derecho a solicitar su libertad.

Durante una breve intervención ante los jueces de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia, luego de la exposición de los abogados que lo representan, el ex funcionario dio garantías «a esta corte y a todo el país» de que no se va a sustraer del proceso.

Aseguró que es el más interesado en que se llegue a las últimas consecuencias en el caso relacionado a la multinacional brasileña, «para demostrar mi inocencia».

Tras la intervención de Segura, a quien le fue impuesta una coerción de prisión domiciliaria, la jueza Miriam Germán Brito, quien preside el tribunal, recesó la audiencia por un espacio de 10 minutos, a petición de los representantes del Ministerio Público que pidieron un espacio para organizar su exposición.

Con la presentación de los presupuestos de la barra de la defensa de Segura, la cual solicitó su puesta en libertad, pasará ahora a la presentación de los argumentos del Ministerio Público.