La revista Mercado ha escogido al ingeniero Rafael Vitelio Bisonó Genao, presidente de Constructora Bisonó, empresario año 20l7, entre empresarios como Manuel Diez, Martín Roos, Edwin Santos y Felipe Vicini, presidente de INICIA.
El palmarés es merecido y equitativo, identificando que el ingeniero Bisonó Genao realiza su protagonismo del primer gran constructor privado del país en solitario, sin la garrocha de socios, idéntico a como es el método de José Luis Corripio Estrada, Pepín.
Conocí al ingeniero Bisonó Genao, a quien familiares e íntimos llaman Tato, cuando estudiaba bachillerato en Santiago de los Caballeros al principio de los años 50 del siglo XX, porque en su Navarrete natal no existía entonces una escuela secundaria, y Bisonó Genao acudía los lunes a la Ciudad Corazón y retornaba los viernes a Navarrete, hospedándose en la casa de su tía doña Fefa Bisonó de Castro, madre de mi afecto de adolescencia Víctor Castro Bisonó.
Todas las noches nos reuníamos en grupo, y mientras conversábamos de anécdotas y ocurrencias, Bisonó Genao permanecía silencioso, casi ajeno a su entorno, sobrio, discreto, comedido.
Muy joven despuntó como constructor de proyectos de viviendas de interés social, intercalando luego con proyectos turísticos, como Ventanas del Atlántico en Las Terrenas, pero siempre con la coherencia y reverencia al trabajo tesonero y de calidad.
En el trayecto de todos estos años concertaba breves encuentros con Bisonó Genao cuando me acercaba mi inolvidable hermano afectivo y constructor Juan Cambiaso Pimentel, pero luego de su doloroso y triste para mí desvanecimiento físico jamás lo he visto, aunque le profeso afecto y admiración.
El palmarés al ingeniero Bisonó es un reconocimiento a su valía profesional.