Pekín.- La ralentización de la economía china tendrá consecuencias negativas en 2016 en el conjunto de la economía mundial, especialmente en los países emergentes, señaló la agencia de calificación Moody’s en un informe.
El debilitamiento “más pronunciado de lo anticipado” de la economía china “es actualmente uno de los mayores riesgos para la economía global”, se afirma en el documento.
También prevé que las economías emergentes del G20 crecerán un 4,2 % en 2016, frente al 4,4 % del año anterior, después de que Moody’s revisase a la baja el crecimiento de Brasil, México, Argentina y Turquía para este ejercicio.
En el documento, con el título “Panorama global macroeconómico 2016-17”, se afirma que la economía china tendrá un crecimiento más bajo que el año pasado, que pasará de un 6,9 % de aumento del PIB en 2015 a la cifra de 6,3 % en este año.
Esta ralentización del crecimiento chino, afirma Moody’s, puede provocar un efecto en cadena en el crecimiento global de la economía que puede crear una “aversión al riesgo” y un aumento del estrés de los mercados.
El Gobierno chino está llevando a cabo medidas para mantener el crecimiento, pero, según el vicepresidente de Moody’s, Madhavi Bokil, la fijación de Pekín por llegar a cifras concretas puede funcionar a costa de la calidad de este crecimiento conseguido.
Además, considera que mantener el crecimiento chino se está consiguiendo a cambio de un aumento del endeudamiento, lo que incrementa los riesgos a largo plazo de la economía del país, especialmente en el sector bancario.
Por otro lado, esta agencia de calificación prevé que las “economías avanzadas” que forman parte del grupo del G20 también tendrán un crecimiento más bajo, una media del 1,7 %, comparado con el 1,9 % conseguido el año pasado.